Dos finales y dos series semifinales en cuatro años no han sido suficientes para saciar la sed en la guardia del pirata.

La sequía de un campeonato en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) data desde el 1979 y la presión de terminar con esa racha negativa sin lograr el resultado esperado forzó a que la gerencia de la franquicia buscara otras alternativas.

¿La idea?

Volver a asemejar lo más posible al equipo de los Criollos de Caguas de 2006 que ganó el campeonato del BSN, con un estilo más organizado y menos improvisado.

Para ello, se redujo drásticamente la nómina al canjear a dos de los jugadores franquicia, el centro Peter John Ramos y Joel Jones Camacho.

En su lugar, el dirigente Leo Arill tendrá de regreso bajo su mando al base Jonathan García, al escolta Ricky Meléndez y al delantero Angelo Reyes, que fueron parte de aquella edición campeonil de 2006 antes de que los Criollos se fusionaran con los Piratas en el 2009.

Como si fuera poco, los Piratas también reclutaron los servicios de los aleros Jesse Pellot y Carmelo Lee y, además, contarán con el novato centro Jorge Bryan Díaz.

Entre sus refuerzos, los Piratas pactaron con el taponero mexicano Lorenzo Matta como el jugador comunitario y trajeron a los delanteros Brian Cook y Darren Phillips en lo que se reportan el delantero Shawn Redhage y el base Kevin Lysch en mayo una vez terminen su temporada en Australia.

Cook, un ex jugador de NBA, es un gran lanzador a distancia y abre la cancha con su puntería en triples, mientras que Phillips viene de ser el líder anotador en la liga de Argentina (19.1 puntos por juego) y el segundo mejor rebotero (10.8).

Fortalezas

La misión de Arill con este grupo es desarrollar un estilo de juego de mejor ejecución a media cancha y que no solo sea oportunista en el juego en transición.

La llegada de tiradores que se mueven sin el balón como Lee, Cook y Meléndez, sumada a un armador con mentalidad primaria de pasador –como García–, debe ayudar a mejorar esa faceta en las filas de los Piratas. Y una vez se reporte Redhage, deben ser aún mejor en esa faena.

En defensa, el quinteto pirata debe ser de los mejores en la liga en balones robados, debido a la llegada de Lee para ayudar a patrullar las líneas de pase, junto a Meléndez y a David Huertas, y con Matta sirviendo de ente intimidador en la pintura. Tiene el personal flexible para jugar alto, mediano o pequeño en defensa, según lo dicten la situaciones de juego.

Otra fortaleza notable es la profundidad que tiene este equipo y la diversidad de potenciales anotadores en doble cifra. Arill podrá darse el lujo de utilizar una rotación de 10 a 12 jugadores por noche.

Eso es sumamente importante, tomando en consideración que esta temporada tendrá un calendario extendido de 36 juegos en lugar de 30 y solo los equipos con rotaciones amplias podrán sobrevivir el empuje con éxito.

Debilidades

Al igual que la mayoría de los equipos del BSN, debido a que se han renovado drásticamente, la adquisición de química en ofensiva tomará tiempo, aunque hayan algunas caras que ya se conozcan entre sí y, a su vez, jugado previamente bajo el mando de Arill.

El caso más significativo es el de Pellot, quien gusta de jugar un estilo de individualismo y depende de que le diseñen jugadas de pick and roll para liberarlo.

Aunque los puntos uno contra uno hacen falta, habrá que ver cómo se armonizan los jugadores que gustan de ese estilo con el sistema que desea implementar Arill.

Predicción

Los Piratas ganarán 20 juegos.