A los 17 años, Phillip Wheeler sabe que su pasión es el baloncesto. Que su vida es el baloncesto. Que no quiere hacer nada más que jugar baloncesto.

Quizás nació para eso y quizás lo supo antes en su vida. Pero no fue hasta el año pasado que el delantero de 6’8, que tenía ofertas para jugar con las universidades de Seton Hall, St. John’s y Providence, decidió, con la aprobación de su madre, saltarse el último año de escuela superior e ir a irse a jugar como profesional al exterior.

Así, gracias a la sangre boricua de su abuelo, terminó en las filas de la selección nacional Sub 17 hace dos años y ahora se estrena con los Atléticos de San Germán en el Baloncesto Superior Nacional (BSN).

“Siempre he pensado que quiero jugar en la NBA así que ésta fue una gran decisión para mí y mi familia porque este es el deporte que me gusta jugar. Es lo que amo hacer”, dijo Wheeler a Primera Hora.

El canastero Phillip Wheeler solo tiene 17 años.
El canastero Phillip Wheeler solo tiene 17 años. (Twitter / @atleticosbsn (custom credit))

“Tomé la decisión de dejar la escuela a mitad del año pasado. Es que quiero pasar al próximo nivel y estar en competencia en vez de jugar contra equipos (de escuela superior) que no son tan buenos y jugar contra competencia de verdad”, explicó.

“No es que no me gustara la escuela. Es que me gusta demasiado el baloncesto”.

Siempre he pensado que quiero jugar en la NBA así que ésta fue una gran decisión para mí y mi familia porque este es el deporte que me gusta jugar. Es lo que amo hacer

-Phillip Wheeler

Así, el prometedor canastero nacido en Nueva Jersey firmó con la Stella Azzurra Basketball Academy en Roma, Italia, una de las principales academias de Europa, donde decidió pulir sus habilidades antes de hacer su nombre elegible para el draft de la NBA.

Y si tiene que pasar primero por la G-League no importa. La meta es la NBA cueste lo que cueste.

“La experiencia en Europa ha sido grandiosa. He aprendido cosas nuevas, nuevos estilos. Y simplemente he vivido la vida allá, porque es muy diferente a donde yo vivía”, contó.

El tener que vivir solo ha sido otro ajuste que sigue practicando ahora en Puerto Rico, donde tampoco tiene a ningún familiar. “Pero acá me he sentido súper. Vivo a una hora de camino de la cancha y me encanta Puerto Rico, la gente y en especial la comida”, comentó. “En San Germán la gente siempre está sonriendo”.

Este agregó que le gusta sentirse puertorriqueño y que hasta intenta integrarse aprendiendo a hablar español.

Y aunque no tuvo el debut deseado luego de que su participación fuese frenada por asuntos burocráticos del baloncesto, dice que hasta eso le sirvió.

“Fue una lección. Como no pude jugar me puse a mirar y me di cuenta del estilo de juego de acá, que es muy distinto al de Italia”, manifestó Wheeler.

Agregó que se siente muy comprometido con el Equipo Nacional tras haber ganado un bronce en el Mundial Sub 17 en Argentina. Pero, dependerá de como surja su trabajo principal y se desarrolle su sueño.

“Trabajo en mi juego todos los días. No va a ser un camino fácil. No va a ser baloncesto de escuela superior, esto es baloncesto de hombres adultos. Y yo soy el muchachito en la cancha ahora mismo. Pero tengo que enseñarle al mundo lo que tengo”, finalizó.