Los jugadores de la NBA no han estado exentos de las conflictos emocionales y sicológicos provocados por los encierros a raíz de la pandemia por virus COVID-19.

A pesar de contar con un sinnúmero de comodidades y asistencias dentro del Walt Disney World Resort en Orlando, Florida, estar dentro de la ‘burbuja’ ha tenidos efectos adversos en Paul George, delantero de los Clippers de Los Ángeles.

Esos traumas se han reflejado en pobres partidos en términos ofensivos y George así lo reconoce. Entre los juegos dos y cuatro de la serie contra los Mavericks de Dallas, su aportación cayó a 11.3 puntos por encuentro y los Clippers tuvieron balance de 1-2.

Eso cambió en el quinto desafío. George finalmente pasó la página y fue evidente. El delantero aportó 35 puntos en el triunfo de los Clippers 154-111 sobre Dallas para colocar la serie 3-2.

Después del partido, George reveló que está superando unas luchas mentales que le persiguen dentro de la burbuja de la NBA.

“Sea lo que sea, la burbuja se apoderó de mí”, dijo George en la conferencia de prensa del martes en la noche. “Estaba en un lugar oscuro. Realmente no estaba aquí, me registré. Estos últimos dos juegos, fue simplemente difícil. Estoy agradecido de las personas que estaban detrás de mí, que estaban en mi esquina. La positividad, mis compañeros de equipo, mi familia, amigos, todo el mundo. Gracias a todos los que se acercaron a mí”.

“Simplemente estaba en un mal lugar. Encontré mi camino, he vuelto y espero con ansias por el resto de los playoffs”, agregó.

George mencionó que subestimó las consecuencias de estar encerrado y que con la asistencia del sicólogo del equipo pudo romper con los amarres que evitaron fuera un factor positivo durante una etapa en la serie.