Parece que fue hace una eternidad desde la última vez que los Huskies de Connecticut alzaron sobre sus hombros el trofeo de campeonato de la NCAA en el baloncesto masculino.

Sin embargo, apenas tres años han pasado desde que Kemba Walker y el resto de los Huskies vencieron, 53-41, a Butler para el tercer cetro de Connecticut.

Sumergido en la celebración del 2011 se encontraba Shabazz Napier, un prometedor armador de sangre puertorriqueña que estaba en su primer año universitario. En 27 minutos, Napier marcó cuatro puntos, recogió cuatro rebotes y repartió dos asistencias.

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Quizás esos números no reflejaron, en aquel momento, el futuro potencial de Napier como líder de la escuadra.

No obstante, el escolta tiene a los Huskies en posición para un cuarto campeonato para la universidad. Para ello, tendrán que lidiar con una escuadra de Kentucky repleta de talentosos jugadores de primer año, algunos prácticamente listos para dar el salto a la NBA.

De lograr la victoria esta noche en Arlington, Texas, Napier se uniría a un reducido grupo de puertorriqueños que han celebrado en el Final Four. Incluso, compartiría con Walter Hodge la distinción de haberlo hecho en dos ocasiones. Hodge lo logró con los Gators de Florida en el 2006 y 2007.

Áspero recorrido

El camino de los Huskies hacia el juego de esta noche ha sido complicado.

La NCAA les prohibió participar del torneo en el 2012 por alegadas irregularidades del entonces dirigente Jim Calhoun. Napier pudo haber considerado abandonar el programa para probar suerte como profesional, pero optó por permanecer en Connecticut con la esperanza de que el futuro sería mejor.

Y así ha sido.

Gracias a la madurez y sensacional desempeño de Napier, los Huskies vencieron a Saint Joseph’s, Villanova, Iowa State, Michigan State y al primer clasificado Florida el pasado sábado para alcanzar el partido final contra Kentucky esta noche.

Connecticut necesitó de tiempo adicional para superar a Saint Joseph’s en su primer partido del torneo. Desde entonces, los Huskies han lucido como el mejor equipo del campeonato.

John Calipari, dirigente de los Wildcats, conoce lo que Napier y el resto de los Huskies pueden hacer en el tabloncillo.

En el partido semifinal de 2011, Kentucky perdió, 56-55, contra unos Huskies que eventualmente alcanzaron el la gloria.

Pero durante el presente torneo, Napier ha sido el motor que mueve la ofensiva de los Huskies. En los cinco partidos previos al de esta noche, Napier ha promediado 20.8 puntos por cotejo.

“Hemos podido mantener la compostura. Hemos estado en muchas peleas y el dirigente (Kevin Ollie) ha enfatizado que debemos creer en nosotros”, dijo Napier momentos después del triunfo del sábado sobre Florida, equipo que cargaba con una racha de 30 triunfos consecutivos.

Talento de sobra

Por su parte, Calipari ha sido un maestro sumando talento de primer orden en Kentucky. El grupo que entró para la presente temporada fue clasificada como el mejor en toda la nación.

Andrew Harrison, Dominique Hawkins, Dakari Johnson, Marcus Lee, Julius Randle, Derek Willis y James Young forman al grupo de siete jugadores de primer año a la disposición de Calipari.

A pesar del potencial, el dirigente tuvo que ser paciente mientras los jugadores maduraban. Una vez inició el torneo, los Wildcats fueron creciendo ante los ojos de todos y están a ley de una victoria para darle a Calipari su segundo trofeo en tres años. También ganó en el 2012.

Harrison ha sido el catalizador de Kentucky. Su fina puntería ha sido la responsable para darles dos importantes conquistas (Michigan y Wisconsin) con canastos de tres puntos en los segundos finales.

¿Podrá Harrison hacerlo una vez más, o será Napier quien se crezca para la ocasión?

La respuesta la conoceremos esta noche en el último partido de la temporada masculina de la NCAA.