Miran con optimismo hacia la temporada 2018 del BSN
El presidente del Baloncesto Superior Nacional considera que la temporada 2017 tuvo más factores positivos que negativos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Si se fuera a evaluar la temporada 2017 del Baloncesto Superior Nacional (BSN), el presidente del organismo, Fernando Quiñones, probablemente se asignaría una ‘B’.
Por ejemplo, esta fue la temporada del regreso de Carlos Arroyo y de la franquicia de los Cariduros de Fajardo, del debut de José Juan Barea como dirigente, y la última campaña de Christian Dalmau. También fue testigo del mejor fin de semana del Juego de Estrellas en la historia, así como de una mejor consistencia de equipos como los Santeros de Aguada, del regreso a contienda de los Atléticos de San Germán y del ascenso de los Piratas de Quebradillas como nuevos campeones en una serie final que fue jugada ante llenos totales en todos los partidos.
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“Me siento satisfecho con haber logrado tener una temporada que fue un éxito en un año difícil para el país, con una situación económica fuerte para los municipios y para Puerto Rico. Sin duda fue una de las temporadas más competitivas en años recientes del BSN y en la que al arrancar los playoffs no había un favorito seguro para ganar el título”, dijo Quiñones a Primera Hora.
“Aunque hubo altas y bajas en algunas canchas, en general hubo apoyo del público, tuvimos crecimiento en cancha y en la producción de televisión, y aumentamos nuestros seguidores significativamente en plataformas digitales como Facebook, nuestra aplicación móvil, Twitter y hasta Snapchat. Estoy bien complacido de cómo el BSN ha podido sobrevivir a esta situación económica. Fuimos exitosos y hasta hubo crecimiento comparativamente con la temporada 2016”.
Según Quiñones, los números de asistencias deben superar a los del año pasado.
“No tengo los números finales pero nuestro estimado es de que promediamos 100 fanáticos más por juego que en el 2016 (2,946 en promedio) y en los playoffs nos fuimos muy por encima que el año pasado. En la serie final todos los siete juegos fueron ‘sold out’. Además, varios juegos de semifinales en Fajardo y Aguada también se vendieron completos”, dijo Quiñones.
“La razón es que todo el mundo buscó mejorar sus equipos. También hubo un mejor ambiente entre apoderados y jugadores luego de llegarse a un convenio entre la Asociación de Jugadores y los apoderados. De hecho, gracias a ese convenio anticipo que habrán muchas menos deudas remanentes que las que hubo el año pasado y, en el peor de los casos, existe el fondo de emergencia que promulgamos”.
No todo fue color de rosa
Las deudas atrasadas del 2016, el desafortunado puño del coapoderado de los Indios de Mayagüez, Carlos Crespo, a un árbitro, así como la salida atropellada de los Caciques de Humacao debido a pobre respaldo empresarial y de fanáticos fueron puntos negativos que empañaron el torneo.
“A pesar de los sucedido con el coapoderado Carlos Crespo, en Mayagüez hubo un proyecto bien montado, gracias en gran parte a los muchachos jóvenes que corrieron la parte promocional del equipo en redes sociales y con varias ideas, como la de tener a un jugador firmando autógrafos antes de los juegos y las conferencias de prensa post-juego. Y ese equipo llegó a playoffs. Espero que ese grupo de muchachos regrese aunque Crespo no esté ahí, sea quien sea el que termine comprando esa franquicia de Mayagüez, que es algo que hay que resolver esta temporada muerta, sí o sí”, dijo Quiñones.
“En el caso de Humacao el asunto de Daniel Maes fue de índole económica. Se quedó sin dinero, no tuvo respaldo y hubo que mover la franquicia a Isabela antes de lo pensado. Espero que el Lic. Pérez Villanueva le de alas a ese equipo, que sea a largo plazo en Isabela. Sé que está en sus planes desarrollar categorías menores en Isabela y eso es un buen comienzo. Tuvieron buen respaldo el tiempo que estuvieron y tengo mucha esperanza con esa franquicia”.
Quiñones agregó que ahora espera reunirse con la matrícula de apoderados para mediados del mes de septiembre para comenzar a darle forma al torneo del 2018.
“Para septiembre será la primera reunión de la Junta de Directores. Allí se discutirá la posible fecha de inicio de torneo, y las peticiones de recesos. Los equipos tienen hasta 60 días a partir del final de temporada para solicitar receso o regreso, como sería el caso de los Cangrejeros de Santurce”, dijo Quiñones, agregando que no ha sabido nada sobre Santurce hasta el momento, pero sí hay movimiento en San Germán para adquirir la franquicia que fue manejada por sindicatura de la liga en el 2017.
“De Santurce no hay nada aún. Y en el caso de Mayagüez, pues es una situación que se tiene que trabajar duro para ponerle fin a la incertidumbre de su estatus y que pueda venderse ya la franquicia. Sin embargo, en relación a San Germán pronto espero tener unas reuniones conducentes a la posibilidad de que haya una transición a unas personas particulares”.