Caracas. Nadie los tenía como favoritos para alcanzar las semifinales, mucho menos la medalla de oro.

Pero allí estaba México, escuchando su himno en el tope del podio del Premundial de las Américas. A su, lado las selecciones de Puerto Rico y Argentina, plata y bronce, respectivamente. Dos equipos que aprendieron a la mala que México será una potencia con la cual hay que contar en los próximos años dentro del baloncesto americano.

Lo de México no tiene antecedentes. No solo fue su primer campeonato en un torneo continental de FIBA, sino que fue su primera medalla desde el inicio del actual formato en 1980. Antes del Premundial de Caracas, México era el “hazmerreir” del baloncesto americano, según confesó el propio Gustavo Ayón, capitán de este Tri campeón y seleccionado Jugador Más Valioso del torneo en Caracas.

Esta selección mexicana, con caras nuevas, le ha dado nuevos aires al baloncesto azteca.

“Con todo el respeto que merecen mis ex compañeros de la selección, ya no hay ninguno de esa generación. Eran generaciones que veníamos y éramos el hazmerreir de estos torneos”, expresó Ayón tras la final del pasado miércoles, en la que México derrotó a Puerto Rico, 91-89.

“Ahora es un grupo de jugadores muy nobles. Todos han aceptado su rol. Todos han puesto de sí. Han dejado el orgullo por un lado. Hemos venido a jugar como equipo. Lo que pasó en otros años, ya pasó. Pero se tiene que cambiar la historia con este logro. Lo que hemos demostrado, a transmitírselo a las demás generaciones que puedan aportar para el baloncesto de nuestro país”, añadió Ayón, quien promedió 17.5 puntos en el torneo.

Además de Ayón, la selección azteca contó con sólidas aportaciones de Orlando Méndez (12.3 puntos por juego) y Héctor Hernández (10.2).

En la final contra Puerto Rico, Jovan Harris lideró el conjunto mexicano con 23 puntos. En este Premundial, México fue un equipo con múltiples armas en ofensiva.

Al menos en los próximos años, México tendrá una buena representación asegurada de la mano de esta selección.

Pero para el dirigente Sergio Valdeolmillos, esta victoria tiene que significar más que una mera medalla.

“Esperemos que esta medalla de oro sirva para la reflexión. Para que cambien muchas cosas que tienen que cambiar. Falta una estructura y una planificación para que las cosas puedan ser de otra manera. Esperemos que se pueda cambiar”, sostuvo Valdeolmillos.