Si existiera un Tribunal de Arbitraje Deportivo internacional para atender casos de relaciones de parejas unidas por el deporte y separadas por su favoritismo hacia equipos opuestos, el caso de los matrimonios de los boricuas Abimael Rodríguez y Raul Piza y sus respectivas esposas lituanas Laura Cekyte y Aurelija Juodkaite ameritaría una audiencia.

Así como lo lee amigo lector. Sucede que entre los cientos de fanáticos lituanos que siguen aquí a su equipo de baloncesto en el Torneo de Clasificación Olímpica hay dos mujeres residentes de la Isla que están casadas con buenos puertorriqueños que obviamente están apoyando en el torneo al Equipo Nacional boricua.

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No es la primera vez que las parejas se encuentran ‘encontrados’, valga la redundancia. En agosto del año pasado Lituania y Puerto Rico jugaron en un fogueo antes de la Copa del Mundo, y los europeos ganaron dicho partido por 93-80, dando a las esposas el triunfo de unas sendas apuestas mediantes las cuales los isleños han tenido que vestir desde entonces unas camisas con el siguiente mensaje: “Mi esposa me obligó a usar esta camiseta porque Lituania juega mejor baloncesto”.

Así es el amor... lo aguanta todo.

Laura muestra el mensaje que lleva su esposo, que reacciona con resignación.
Laura muestra el mensaje que lleva su esposo, que reacciona con resignación. (Nahira Moncourt)

Rodríguez y Piza acudieron el miércoles al Preolímpico, y de seguro volverán, honrando el acuerdo, vistiendo la mentada camiseta que al frente llevan unidas a las banderas de Puerto Rico y Lituania.

Los de aquí esperan que la Selección Nacional vengue esa derrota aquí para que sean sus esposas quienes tengan que vestir la camiseta del desquite, en su defecto, se vistan de los colores de Puerto Rico para las Olimpiadas.

“Las vamos a convertir en el Team Rubio. Ya es rubia. Ahora es vestirla del Team Rubio”, dijo Rodríguez señalando a Laura.

Existe una posibilidad de que Lituania y Puerto Rico se enfrenten en el Preolímpico. Ese duelo ocurría en la segunda fase. Pudiera ser en la semifinal o la final. Duro no importa cuándo suceda.

Si ocurre el duelo, ambas parejas tendrán que sentarse en gradas opuestas, según la historia de estas parejas viendo juegos entre las naciones.

Cuenta Piza que recuerda una vez que Lituania y Puerto Rico se enfrentaron en Venezuela y que tuvieron que separarse por 40 minutos.

“Ella vio el juego en un cuarto y yo vi el juego en otro cuarto”, recordó Piza.

Rodríguez y Cekyte se conocieron por internet y comenzaron una relación que culminó en matrimonio y un hogar en Puerto Rico.

“Tengo que decir que primero me enamoré de la Isla y luego de mi esposo. Esta isla es bella, de oportunidades, de gente buena”, dijo Cekyte.

Piza y Juodkaite se conocieron como dice la canción de la Orquesta de Bobby Valentín: ‘la conocí en Condado’. De ese día se fueron a pasear, hubo un ‘good bye hasta mañana’ porque Joudkaite tuvo que regresar a Lituania pero le pidió el contacto y el resto es historia. Viven en Caguas. Y viven baloncesto.

“En Lituania es Dios y luego el baloncesto. Es una religión”, reconoció Piza.