Phoenix. El entrenador de los Mavericks de Dallas, Jason Kidd, enfatizó durante una entrevista en la antesala del séptimo partido de las semifinales de la Conferencia Oeste que sin importar el resultado que iban a jugar ante los Suns de Phoenix, su equipo debía valorar como exitosa esta temporada.

Una horas después, la misma pasó a ser más especial.

Luka Doncic anotó 35 puntos, Spencer Dinwiddie agregó 30 y los Mavericks de Dallas dieron la gran campanada al eliminar 123-90 a los favoritos Suns en un séptimo partido que será recordado por el dominio de Dallas y el desmoronamiento de Phoenix.

“Fantástico”, declaró Doncic, el exjugador del Real Madrid. “No sé qué decir”.

Dallas se impuso finalmente como visitante en un ambiente hostil de principio a fin después de que ambos equipos ganaran sus respectivos encuentros en casa.

“Muchos habían dicho que serían pan comido”, dijo Kidd, con una sonrisa. “Tenían razón”.

Los Mavericks acudirán a la serie final del Oeste por quinta vez en la historia de la franquicia, y la primera desde 2011. Visitarán el miércoles a los Warriors de Golden State en el primer partido.

Será otro duro examen para los Mavericks: Golden State es un equipo curtido que retiene el núcleo de la dinastía que incluye a Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green.

Pero Dallas acaba de dejar en el camino al mejor equipo de la NBA durante la temporada regular, imponiéndose de visitante por 33 puntos en un séptimo encuentro.

Ahora mismo, cualquier cosa es posible.

El exjugador de los Mavs, Dirk Nowitzki, abraza a Luka Doncic tras finalizar el partido del domingo en Phoenix para Dallas avanzar a su histórica quinta Final de Conferencia.
El exjugador de los Mavs, Dirk Nowitzki, abraza a Luka Doncic tras finalizar el partido del domingo en Phoenix para Dallas avanzar a su histórica quinta Final de Conferencia. (Matt York)

“¿Quién se atreve ponerle techo a alguien o a un equipo”, dijo Kidd. “Tenemos confianza. Eso fue palpable. Podemos completar este camino. Detesto cuando ponemos un límite”.

“No sabemos cuán lejos podemos llegar”, añadió.

Ha sido una notable marcha para los Mavericks, que se reconfiguraron a mitad de campaña tras adquirir a Dinwiddie y Davis Bertans en el canje que envió al gigante Kristaps Porzingis a los Wizards de Washington. Dallas perdió presencia bajo los tableros, pero ahora es un equipo con mejores tiradores.

Doncic brilló en el séptimo juego. Hizo lanzamientos desde todos los puntos en la cancha y acertó 12 de 19 tiros de campo, incluidos seis de 11 intentos para triple.

El astro esloveno también recibió ayuda: Dinwiddie estuvo fantástico en la primera mitad, hizo 21 puntos al acertar siete de 10 lanzamientos, incluidos 4 de 5 intentos para triple.

Doncic quizás sea la estrella indiscutida del equipo — promediando más de 31 puntos por juego en los playoffs — pero nunca está de más recibir algo de ayuda.

Es lo que Dinwiddie, Jalen Brunson y Maxi Kleber han brindado. Brunson anotó 24 puntos el domingo y promedia casi 23 puntos por partido en los playoffs.

“Vamos a tener las manos llenas”, dijo Dinwiddie. “Vamos con todo. Son las finales de la Conferencia Oeste. Lo que uno sueña”.