Nota del editor: Por motivo de las publicaciones esta semana del producto Somos Quebradillas, se le solicitó a un fanático del equipo Piratas de Quebradillas una columna de opinión expresando su sentir sobre lo que representa este legendario equipo para ellos. A continuación esa opinión.

En Quebradillas, hablar de baloncesto y de los Piratas resulta casi tan sagrado como discutir temas de religión y la familia. Este deporte que comenzó a jugarse en la guarida pirata a nivel superior en la década de los 30′s tiene mucha historia, genera significativos impactos socioeconómicos y proyecta buenos años a corto plazo.

La historia nos permite remontarnos a la década de los 70′s, liderada por el dúo integrado por Raymond Dalmau y Neftalí Rivera, quienes guiaron la nave pirata al campeonato del Baloncesto Superior Nacional (BSN) en 1970 y 1977 al 1979. Muchos de los boricuas querían que el pequeño pueblo les ganara a los grandes. Ser un municipio de poca población (menos de 22,000 hoy o menos de 16,000 en el 1970) lleva a representar algo parecido como la historia de David contra Goliat. Es esa época, desde Quebradillas se implantó un nuevo estilo alegre e inteligente de juego.

Está claro que el campeonato del 1970 fue el más importante para nuestro pueblo quebradillano, pero el segundo más importante para mí lo compiten el de la temporada 2013, porque se logró luego de 34 años, y el del 2017 porque fue contra nuestros rivales deportivos del norte, los Capitanes de Arecibo. Cabe mencionar, que la mayoría de los quebradillanos nacimos en Arecibo. Para mí la rivalidad deportiva con la Villa del Capitán Correa es muy particular porque mi hija baila con las “Capitanas Dancers”. Sin embargo, es una competencia que se queda en la cancha, pero de ahí no pasa; en ese municipio hemos creado buenas amistades.

El cuatrienio 2013-2017 permitió que buenos jugadores de la NBA, como PJ Tucker y James Ennis, fueran refuerzos del equipo. Cabe destacar, que los refuerzos que ayudaron a ganar el campeonato 2013 fueron los australianos Shawn Redhage y Kevin Lisch, jugadores internacionales casi sagrados para la gente Pirata.

Por otra parte, el impacto socioeconómico que tiene el equipo es muy significativo. Son muchos los jugadores, árbitros, oficiales de mesa, prensa, trabajadores del equipo y de apoyo que se benefician de la actividad económica que surge a raíz de esta actividad. Antes y luego de un partido, los negocios de comida y bebida salen muy beneficiados. Incluso se comparte con los jugadores en algunos de estos negocios.

Mi mamá a sus 78 años me textea a las 10 de la noche: “¿ganamos o perdimos?”. Y, gracias a la tecnología, ahora me dice, “envíame el ‘link’ del juego”. Hay hogares en los que le cocinan a los jugadores solo por un compartir como familia. Igualmente, ahora hay grupos de amistades que se reúnen a ver los juegos en sus marquesinas en pantallas gigantes.

Vale la pena destacar que las celebraciones de los campeonatos Piratas duran varios días y se festeja con grupos de música y orquestas, incluso se trata de ver el amanecer el día de la victoria final. En el 2013, la gente abrió siete pompas de agua para celebrar en ellas, yo también me mojé en un par de estas. Muchos quebradillanos aspiramos a que nuestras futuras generaciones mantengan el fervor y el amor a la tradición de ser Pirata.

Desde el año pasado, Quebradillas ha tenido la suerte de contar con uno de los apoderados más acaudalados de la historia del BSN o probablemente el más, Dion New. La llegada de este buen caballero y humanista hace pensar que los próximos años para la franquicia prometen, lo que ha llevado a que la efervescencia de la fanaticada por el equipo aumente nuevamente. Este apoderado, en agradecimiento, le regaló los abonos o entradas a todos los que habían comprado por adelantado sus taquillas el año pasado, dejando de generar para su bolsillo cerca de $300,000 en ingresos. También, en algunas fechas ha regalado boletos a todos, incluyendo niños y graduandos. Incluso, regaló vales de $25 para gasolina para que fanáticos viajaran a ver el juego inaugural en Humacao.

La contratación por parte del apoderado Pirata de los exitosos exjugadores en la NBA, Hassan Whiteside y Brandon Knight, quienes entre ambos han generado cerca de $190 millones en esa liga, ha aumentado la efervescencia, no solo en Quebradillas, sino en la liga completa. Cabe mencionar la contratación de otras estrellas de la NBA como DeMarcus Cousins, subiendo sin dudas la exposición mundial y la competitividad. Por otro lado, las estadísticas indican que los juegos por televisión e internet que más fanáticos ven son los de Quebradillas, igual que lo que ocurre en las canchas cuando los Piratas juegan de visitantes.

Hay pueblos donde el baloncesto es importante, pero para pueblos como Quebradillas y San Germán es parte de las cosas más importantes de la agenda diaria. Fue muy triste no tener equipo pirata del 2004 al 2008 por problemas económicos y falta de un coliseo apropiado para jugar. Hoy estamos disfrutando estar en el tope. Ser fanático Pirata hay que vivirlo para entenderlo. Me imagino que los fanáticos de los Atléticos de San Germán son los más que pueden comprender nuestra emoción.