Menos de 12 horas después de ganarse su pase a las series semifinales del Baloncesto Superior Nacional (BSN), los Leones de Ponce estaban practicando el sábado en la tarde.

Más suave de lo normal, cierto. Pero no hubo celebraciones ni descanso. La misión no se ha completado. Y practicarían nuevamente el domingo para tratar de sentirse preparados a cabalidad para el próximo proyecto: una serie semifinal a un máximo de siete juegos contra los líderes de la temporada regular, los Vaqueros de Bayamón.

“Hay que seguir trabajando. No hay tiempo para relajarse. De una manera u otra, física o mentalmente, hay que mantenerse trabajando para mantener el enfoque, y más cuando vas contra un equipo como el de Bayamón, que sabemos que es un gran equipo, que está acostumbrado a estos escenarios, que está muy bien dirigido, que tiene un historial y que viene con un tiempo de descanso”, sostuvo el dirigente de los Leones, Wilhelmus Caanen.

Caanen explicó que no habrá descanso “entre comillas”, porque la sesión del sábado fue una práctica liviana. En esa, se le dio información sobre el próximo rival a los jugadores y se trabaja en unos videos para suministrarlos al plantel.

“Es cuestión de mantener a los jugadores informados, pero sin desgastarlos”.

Luego de la sesión, la franquicia organizó una cena de grupo con el personal del equipo y los jugadores se irían temprano a sus casas para descansar. Y volver a practicar domingo.

Caanen y los Leones dividieron honores con los Vaqueros en la campaña del 2022. Leones y Vaqueros se enfrentaron por primera vez el 18 de mayo en el Pachín Vicens y los locales dominaron 80-58 a los bayamoneses. En el choque no estuvo activo Ángel Rodríguez y el equipo aún tenía a Dewan Hernández y Ángel Núñez. Benito Santiago fue el mejor con 12 puntos y nadie más llegó a 10. Ponce tenía en sus filas a Jarrell Brantley y Marvin Jones como importados.

En el segundo, en el Rancho Vaquero, el 24 de mayo, Hernández explotó con 37, Rodríguez hizo 21 y Santiago 16 para liderar el holgado triunfo de Bayamón por 106-93. Ponce ya había integrado a Anunwa Omot por Brantley. Bayamón luego recibió a Stephen Thompson, Kristian Doolittle y más recientemente a Jacob Wiley.

En su serie de cuartos de final ante Fajardo, cada juego fue ganado por el equipo local, finalizando con el Pachín Vicens abarrotado y casi empujándolos a dominar el séptimo choque. Ponce jugó para 12-4 allí en la campaña regular y para 6-10 en la carretera. Bayamón solamente perdió un juego en el Rancho (15-1) y jugó para .500 en la carretera (8-8).

“Yo espero que el haber tenido la serie tan intensa que tuve contra Fajardo me haya servido de preparación para el gran equipo al que me voy a enfrentar en las semifinales”, expresó el dirigente de los Leones.

Al preguntarle por un característica compartida entre Leones y Vaqueros, la de tener profundidad en el banco, Caanen la explicó pero resaltó las diferencias.

“Lo poquito o lo mucho que hemos logrado esta temporada ha sido a través del colectivo. Tenemos unos nombres que han sonado en la temporada. Entre ellos está Macho de Jesús (Jezreel), pero la realidad es que hemos logrado muchas victorias porque han salido otros nombres del colectivo como Mike Rosario, Carlos Rivera, Luis López, Yao López, Jordan Murphy… diferentes nombres se han vestido de protagonistas durante la temporada para nosotros poder ser el equipo que somos hoy día”, dijo.

“Creo que Bayamón lo ha hecho igual. Es un equipo con una rotación larga de jugadores saliendo del banco que también tienen experiencia. De más está decir que tienen a Ysmael Romero, que tiene todo el derecho para ser un jugador de cuadro regular en esta liga, pero que como todo un profesional ha aceptado venir del banco. Y sabemos lo peligroso que ese único detalle convierte a los Vaqueros de Bayamón”, sostuvo.

En cuanto al personal, Caanen dijo que solamente tiene dos jugadores bajo observación.

El primero lo es el veterano armador Carlos Rivera, quien durante el partido del viernes sufrió un golpe en un dedo del pie y dijo que “su situación parecía ser cuestionable”, aunque siguen tratando al canastero. La otra es la situación del juvenil jugador Ismael Yomar Cruz, quien durante la campaña en bastantes ocasiones vino del banco para inyectar energía y ofensiva de larga distancia a los Leones. Este, al parecer, sigue bajo protocolos de COVID y Caanen espera por un nuevo reporte sobre su condición.

“Y obviamente con una vela prendida desde que empezó la temporada, porque construimos esta plantilla contando con que Aleem Ford fuese parte de ella, y yo no pierdo las esperanzas de que algún día entre por la puerta”, dijo Caanen. “Somos un equipo que está bien unido y los jugadores son fanáticos entre ellos mismos, y creo que eso nos ha ayudado a superar muchas vicisitudes a lo largo de la temporada. Pero creo que nos nos caería mal que de momento se dé un milagro y Ford aparezca”.

Ford estuvo activo en los campamentos de verano de la NBA con el Magic de Orlando.

Aunque nos les amargaría que sorprenda y se reporte, ahora están en semifinales y lo lograron sin él. Y se preparan para dar la batalla sin Ford, como lo hicieron todo el año. Hay unas metas que se trazaron y esas no se han completado aún. Por eso Caanen rechazó la palabra ‘celebración’ luego del esfuerzo para doblegar a Fajardo el viernes.

“La celebración estamos más que claros de que no es momento de eso todavía. Durante toda la temporada, hemos valorizado las victorias y las hemos disfrutado, y estamos agradecidos porque para eso trabajamos, para sacar victorias”, dijo Caanen. “Pero nos falta camino para poder celebrar”.