Canóvanas. Los Gigantes no olvidarán el legado que los Indios de Canóvanas dejaron plasmado para siempre en el Coliseo Carlos Miguel Mangual, cuando inauguren su nuevo hogar este jueves con la visita de los Capitanes de Arecibo.

Además de ser la primera vez que los Gigantes jugarán como locales en Canóvanas, el partido marcará el regreso del Baloncesto Superior Nacional (BSN) a esta histórica plaza tras 33 años de ausencia.

En ese coliseo, los Indios ganaron dos campeonatos consecutivos en 1983 y 1984 (Copa América), y allí también jugaron leyendas del básquet local como Angelo Cruz, Ramón Ramos y Carlos “Charlie” Bermúdez.

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Aunque esta vez el nombre que llevarán en el pecho los jugadores que defenderán el Mangual será el de los Gigantes, el apoderado Héctor Horta entiende que se debe honrar el legado de quienes estuvieron en esa cancha antes que ellos.

Por eso, los banderines de los campeonatos que los Indios conquistaron a principios de la década de los 80 colgarán este jueves del techo del Coliseo Carlos Miguel Mangual, junto al del título que los Gigantes conquistaron en 2023.

En la imagen, Angelo Cruz (con el balón), uno de los grandes jugadores que pasaron por la franquicia de los Indios de Canóvanas.&nbsp;<font color="yellow">(El Nuevo Día / Archivo Histórico)</font>
En la imagen, Angelo Cruz (con el balón), uno de los grandes jugadores que pasaron por la franquicia de los Indios de Canóvanas.

“Se están imprimiendo y por eso no están arriba todavía, pero esperamos que estén puestos el jueves porque es la unión de las dos franquicias”, dijo Horta en un aparte con Primera Hora después de una conferencia de prensa en la que presentaron a la remodelada instalación.

Además de las banderines de campeonato, el tenedor de los Gigantes adelantó que el quinteto utilizará esta temporada dos uniformes alternativos con los colores violeta y amarillo en alusión a la bandera de Canóvanas. Uno de ellos será estrenado frente a los Capitanes.

“Vamos a sacar dos uniformes. Uno es celebrando la unión de las dos franquicias y el otro es conmemorando los colores que usaron los primeros equipos que jugaron en Carolina. Ya habíamos planificado hacer algo este año con esos colores. No esperábamos todo lo que sucedió en el camino y ya se habían mandado a hacer, pero, como coincidió con los colores de Canóvanas, decidimos mantenerlo”, explicó.

Horta confirmó a este medio que estarían retirando los números de legendarios canasteros que vistieron los uniformes de los extintos Indios en el transcurso del torneo. Sin embargo, esto será un proceso que llevarán a cabo poco a poco.

“Vamos a estar honrando al equipo del pueblo de Canóvanas”, aseguró.

Los Indios de Canóvanas se estrenaron en el BSN en 1977 con la mudanza de San Juan a ese municipio. Ese año, jugaron en la cancha Manuel Carrasquillo Herpén debido a que el Coliseo Carlos Miguel Mangual no se encontraba listo para albergar partidos del BSN. No fue hasta el año siguiente que pudieron jugar en Canóvanas.

Pero más allá de la historia de Canóvanas, lo que también entusiasma a Horta del traslado de los Gigantes es la cultura de básquet que sigue vigente en ese pueblo, con sobre 600 niños compitiendo en ligas menores.

“Tienen una comunidad ya establecida. Nosotros lo que vamos a hacer es traer nuestra cultura de Carolina y unirla con la de ellos, pero no solo con ellos. También nos acompañarán toda esa gente de Loíza y Río Grande, que ya son fanáticos, pero que ahora se unen aún más al equipo porque estamos más cerca”, sostuvo.

El apoderado aseguró que el Coliseo Carlos Miguel Mangual tendrá capacidad para albergar más de 5,500 personas. El primer partido ante los Capitanes está todo vendido.

Entre fondos públicos y privados, el apoderado Héctor Horta y el municipio realizaron diversas mejoras a la instalación, que superaron el millón de dólares.