Milwaukee. La salida anticipada de Giannis Antetokounmpo en el partido del viernes apenas afectó a los Bucks, quienes lucieron arrolladores.

Ahora esperan saber si tendrán que seguir jugando sin su estrella.

Antetokounmpo se marchó en las postrimerías del primer cuarto por un problema en la rodilla derecha, pero Milwaukee se las arregló para apabullar el viernes 128-99 al Heat de Miami.

La dolencia de Antetokounmpo empañó su rápida recuperación de un esguince de muñeca, sufrido justo antes de la pausa por el Juego de Estrellas. Aun así, Milwaukee se acreditó su 13ra victoria en fila.

No me han pasado el reporte completo, pero estoy casi seguro de que en una colada, pantalla o algo así, su rodilla chocó con la de alguien más, y o pudo regresar”, dijo el entrenador de los Bucks, Mike Budenholzer.

Antetokounmpo figuró en la alineación apenas cuatro días después de viajar a Nueva York para someterse a una revisión de la muñeca derecha. El astro griego, dos veces nombrado el Jugador Más Valioso de la NBA, estaba en la cancha hacia el final del primer cuarto cuando pasó el balón.

Se acercó a la banca e hizo un gesto. Los Bucks pidieron de inmediato una pausa para permitir que se marchara a los vestuarios.

Antetokounmpo sumó cuatro puntos y el mismo número de rebotes y asistencias, en apenas seis minutos.

“A veces tienes que protegerlo de sí mismo, pedirle que se calme y que no juegue quizás un par de partidos, sabiendo que somos segundos (en el Este) y que estamos bien”, dio Jrue Holiday. “Sé que a él no le gusta eso. Trata de jugar cada partido, algo que entiendo completamente. Siento que yo soy igual”.

Pese a su fugaz aparición, los Bucks no tuvieron problemas para extender la racha más larga de triunfos registrada en la NBA durante esta campaña. Se colocaron adelante en definitiva cuando habían transcurrido cuatro minutos, y ganaron por su margen más abultado en la campaña.

Holiday anotó 24 puntos y recibió quizá su mayor ovación de la noche cuando la pantalla de video lo captó cantando junto con el público “I Want It That Way”, de los Backstreet Boys, durante una pausa en la recta final del encuentro.