El estelar canastero de los Cavaliers de Cleveland LeBron James registró el pasado domingo, durante el segundo partido de la serie final de la NBA, una actuación magistral que ayudó a los Cavs a derrotar a los Warriors de Golden State en tiempo extra, 95-93.

James logró un triple-doble al marcar 39 puntos, recoger 16 rebotes y repartir 11 asistencias. Más importante aún, la victoria de Cleveland (jugando en la carretera) igualó la final a una victoria por bando. Sin embargo, fueron muchos los fanáticos de los Warriors que salieron molestos por el revés, incluyendo a una fanática que le gritó improperios a James mientras caminaba rumbo al camerino.

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Al concluir el partido, James cruzó frente a varios fanáticos de los Warriors que se encontraban frente a una fila de personal de seguridad del Oracle Arena, cancha local de Golden State. Y fue en ese preciso momento que la fanática le grito, con palabras mucho más groseras que estas, que era un jugador flojo y sin corazón.

El personal de seguridad intervino inmediatamente con la fanática y la mandaron a callar, al tiempo que le advirtieron que si recuerdan su rostro para el próximo juego de la final en el Oracle Arena no la dejarán entrar. No obstante, el insulto llegó hasta los oídos de James; el canastero detuvo su marcha por un segundo, le lanzó una mirada seria a la mujer y continuó su camino rumbo al camerino visitante.