LeBron James ciertamente no escatima en gastos al momento de darle obsequios a sus compañeros de equipo. Y en su regreso triunfal a los Cavaliers de Cleveland, quinteto para el cual debutó en la NBA en el 2003, era de esperarse que James prepararía algo especial para conmemorar el regreso de los Cavs a una final de la NBA desde el 2006-2007.

Unos días antes del inicio de la final contra los Warriors de Golden State, James rentó una sala de conferencias en el hotel Four Seasons en San Francisco para celebrar una fiesta privada para sus compañeros de equipo. El copioso anotador, natural de Akron, Ohio, aprovechó la actividad para hablar con sus compañeros y prepararlos para enfrentar la que sería, para varios jugadores, su primera serie final.

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Al concluir su charla, la reunión se tornó más casual con comida y bebidas para todos. James, inclusive, contrató a un peluquero para que sus compañeros llegaran al primer partido de la final con recortes de cabellos nuevos. Sin embargo, el regalo más especial llegó al final de la velada, pues James sorprendió a todos los presentes obsequiándoles a cada uno un Apple Watch, el nuevo reloj inteligente de los creadores del iPhone y las computadoras Macintosh.

Los relojes, en estos momentos, son sumamente difíciles de conseguir dada la alta demanda. Los relojes, inclusive, no podían ser comprados en tiendas normales sino hasta esta semana, cuando Apple comenzó a realizar entregas a múltiples establecimientos.

“Soy afortunado de poder trabajar con compañías excelentes y me gustar compartir con mis compañeros las cosas que recibo. Es mi manera de demostrarles que si me importan; no es la primera vez que lo hago y no será la última ocasión”, indicó James al portal Cleveland.com.

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