Caguas. Luego de una espera de casi dos décadas, los Criollos de Caguas están de vuelta en la cima del Baloncesto Superior Nacional (BSN).

Los Criollos capturaron este viernes el campeonato tras, finalmente, defender el Coliseo Roger Mendoza, de Caguas, con una dominante victoria sobre los Osos de Manatí por 96-81 en el séptimo juego de la final 2024.

Esta fue la primera final desde 1975 que el equipo visitante ganó los primeros seis partidos.

El refuerzo Travis Trice fue nombrado Jugador Más Valioso de la final. Trice también fue el MVP de la serie regular.

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La ofensiva del conjunto del Valle del Turabo fue liderada por Alexander Kappos, quien del banco aportó 22 puntos, incluyendo cuatro triples. Le siguió Akil Mitchell con un doble-doble de 17 unidades y 15 rebotes.

En causa perdida, Alexander Morales se destacó con 25 tantos y ocho capturas.

“Siempre estuve listo para esto. El cuerpo técnico y la gerencia siempre creyeron en mí. A sabiendas de la importancia de este juego, me sentía cómodo y confiado de que esta noche iba a jugar bien”, expresó Kappos a preguntas de Primera Hora después del desafío.

El histórico triunfo sucedió en la misma temporada que Caguas regresó a la liga después de 15 años de ausencia. Su retorno se oficializó luego de que la Junta de Gobierno del BSN aprobó de forma unánime el traslado de los Grises de Humacao al Valle del Turabo.

Como los Grises, este grupo no clasificó el año pasado a la postemporada después de terminar en el quinto puesto de la Sección B con un récord de 14-22.

Pero la extraordinaria química de sus refuerzos, Travis Trice, Akil Mitchell y Louis King, convirtieron a los Criollos en un contendor al campeonato desde la primera jornada de la temporada 2024. Sin olvidar la valiosa aportación de su núcleo nativo, que cuenta con figuras como Devon Collier, Christian “Cuco” López, Alexander Kappos y Christian Pizarro.

De acuerdo con el historiador Jorge Francisco “Paquito” Rodríguez, los Criollos son la primera franquicia que gana el título en la misma campaña que regresa a la liga desde los Cangrejeros de Santurce en 1998.

Asimismo, es el primero campeonato para el dirigente Wilhelmus Caanen, quien estuvo en este mismo escenario en 2019 con los Leones de Ponce. A minutos de levantar el cetro por primera ocasión, Caanen seguía sin creer lo que había sucedido en el Valle del Turabo.

“Procesándolo... Todavía no tengo ni la más mínima idea de que cómo se celebra esto. Estoy bien agradecido de papá Dios que me da esta oportunidad. Esto le demuestra a la fanaticada que el apoyo valio la pena”, dijo Caanen a este medio.

El dirigente Wilhelmus Caanen felicita a Alexander Kappos por su actuación en el séptimo juego de la final 2024 del BSN.
El dirigente Wilhelmus Caanen felicita a Alexander Kappos por su actuación en el séptimo juego de la final 2024 del BSN. (Xavier Araújo)

El primer parcial fue uno reñido en el que ninguna de las dos escuadras pudo alejarse por un gran margen. En los momentos culminantes, los Osos tomaron una ventaja de 17-14 después de una corrida de seis puntos al hilo liderada por Alexander Morales.

Con menos de un minuto por jugar en el primer periodo, Devon Collier castigó la pintura de Manatí con cinco puntos y, de esta forma, el conjunto Valle del Turabo se fue al frente en el marcador por 19-17. El quinteto manatieño cerró el segmento con un canasto y falta de Jhivvan Jackson que les dio una delantera de 20-17.

Al concluir el primer parcial, ocurrió un apagón que dejó sin servicio eléctrico momentáneamente al Coliseo Roger Mendoza, de Caguas, pero el partido continuó poco después.

Jackson abrió el segundo periodo con una flotadora que aumentó la ventaja de Manatí a 22-19. Acto seguido, Christian Pizarro convirtió un triple que empató el encuentro. De inmediato, Tyler Davis atinó una güira, pero los Osos respondieron con un avance de seis unidades para darle vuelta al marcador, 28-24.

Sin embargo, el apagón que había ocurrido minutos antes afectó el acondicionador de aire del Coliseo Roger Mendoza y el partido fue detenido, cuando restaban 7:28 minutos por humedad en el tabloncillo.

Luego de una pausa de varios minutos, el juego se reanudó. Al regresar a la cancha, Pizarro volvió a castigar a Manatí a larga distancia, pero Morales contestó haciendo lo propio. La mano caliente de Pizarro parecía no enfriarse porque al rato volvió a quemar la malla con un canasto a media distancia. Jordan Howard intentó silenciar a la afición cagüeña que se dio cita al decisivo encuentro, pero falló su lanzamiento.

Acto seguido, Louis King anotó un bombazo que alborotó aún más a la fanaticada al incrementar la delantera de Caguas a siete puntos (36-29). Ethan Thompson intentó detener el sangrado con un triple, pero Travis Trice convirtió un triple y King castigó el aro con un doqueo que alejaron a los Criollos por nueve tantos, su mayor ventaja hasta ese momento.

A pesar de que los Osos trataron de retomar la delantera, la escuadra del Valle del Turabo aguantó el empuje y concluyó la primera mitad arriba en la pizarra por 49-45.

En el tercer parcial, Caguas tomó control del partido con una corrida de 13-3 que lo despegó del conjunto visitante por 65-50, cuando quedaban 4:20 minutos en el reloj. Manatí estaba siendo inefectivo con sus tiros de campo.

Una historia totalmente distinta a la de los Criollos que no paraban de anotar de tres. De hecho, anotaron tres triples consecutivos para alejarse de los Osos por 19 puntos (71-52) con apenas 2:09 minutos por jugar.

Ese último canasto fue de Kappos y cuando entró el Coliseo Roger Mendoza parecía que se iba a caer. Los fanáticos de los Criollos empezaban a acariciar el campeonato. Caguas finalizó el tercer periodo con una ventaja de 75-58.

Durante el cuarto segmento, los Osos redujeron la delantera de los Criollos a 12 puntos (77-65) tras un triple de Norris Cole. Sin embargo, Caguas se repuso y no le tomó mucho tiempo para volver a estar por 19 unidades (84-65), ya que Kappos seguía atacando a Manatí a larga distancia. Y con poco más de tres minutos en el tiempo reglamentario, el dirigente de los Osos, Iván Ríos, entregó el juego sustituyendo a su cuadro regular por el banco.