Detroit. La madre del entrenador Steve Kerr, una mujer de 90 años, se encuentra entre los miles de personas que han perdido sus hogares debido a los feroces incendios forestales que azotan el área de Los Ángeles.

“Mi madre está en buenas manos, pero su casa se ha perdido”, dijo el estratega de Golden State el jueves, antes de que los Warriors jugaran contra los Pistons de Detroit. “He estado constantemente en contacto con mis hermanos”.

Kerr dijo que su madre Ann dejó su vivienda en Pacific Palisades después de las órdenes de evacuación emitidas a principios de la semana.

“Ésa es mi ciudad natal”, recordó. “Todos mis amigos que son de allí prácticamente han perdido sus hogares: sus hogares familiares, sus hogares de la infancia. Nuestra escuela secundaria ha desaparecido. Parece que la ciudad ha sido completamente arrasada. Es surrealista y devastador”.

“Afortunadamente, casi todos escaparon. Pero es difícil incluso imaginar cómo Pacific Palisades se reconstruirá y cómo volverá a ser una comunidad próspera. Es simplemente impactante”.

Pacific Palisades limita con Malibú unos 32 kilómetros al oeste de Los Ángeles. Incluye calles en laderas cubiertas de casas aglutinadas estrechamente a lo largo de caminos sinuosos anidados contra las montañas de Santa Mónica, y se extiende hasta las playas a lo largo del océano Pacífico.

Las llamas de veloz propagación están quemando hogares y negocios mientras casi 180.000 residentes huyen de cañadas llenas de humo en pintorescos vecindarios que son hogar de muchas celebridades.

Muchos de los incendios imponentes comenzaron el martes y ardieron sin control el jueves, alimentados por los poderosos vientos de Santa Ana.

Al menos cinco personas han muerto y miles de estructuras han sido dañadas o destruidas.