El veterano de 40 campañas como técnico y 14 más como jugador, que también es veterano de la Guerra de Vietnam, posee estudios en Derecho y es un psicólogo y filósofo autodidacta, posee una asombrosa capacidad para el verbo y la palabra que el que no esté acostumbrado a sus discursos podría quedarse preguntándose a sí mismo ¿Qué dijo?

Ciertamente, digerir los mensajes de Julio a veces toma dos o tres lecturas de la transcripción de sus grabaciones para poder asimilarlos. Y para los más novatos en la profesión o los que están sentados en las gradas que no tienen el beneficio del ‘replay’, posiblemente sus diátribas filosóficas salgan por un oído y entren por otro. ¡Y ni hablar de los jugadores que tiene a su mando!

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El lunes en la tarde durante la conferencia de prensa de los Cangrejeros para presentar a Toro fue uno de esos días espectaculares en los que Toro dio un par de disertaciones, esta vez acerca del requerimiento de  la victoria para mantener su empleo como coach, de su preparación día a día en el deporte del baloncesto, de la importancia del error y de lo insípido que es la edad cronológica cuando se pretende menospreciar la experiencia de un obrero en su faena.

Aquí algunas de sus citas notables sobre estos temas que discutió el lunes en el Clemente a preguntas de la prensa:

Sobre la presión de ganar y su día a día en la profesión:

“Yo sé cuál es el mensaje. Hay que ganar, hay que lucir bien. El que no esté en esas corre de eje en este mundo tan maravilloso. Cada día que pasa uno de mis grandes amores es el deporte, específicamente el deporte ráfaga (como lo es el baloncesto). Pues cada día que pasa soy mejor que el día anterior porque tuve el beneficio de esas 24 horas para seguir expandiendo la mente, seguir visualizando, programando”.

“Y hay más llaves y más posibilidades de dos cosas de poder hacer una nueva. Porque hay orden y hay desorden a la misma vez. Hay creatividad. Y la creatividad es algo nuevo que no sigue el régimen de la unidad, de la posible robótica que puedan tener algunos equipos. Hay conciencia con flexibilidad para que el juego siga latente”.

Sobre el error:

“Este juego lo maravilloso que tiene es que uno de los grandes amigos es el error, porque el ser humano no está preparado para tomar decisiones rápidamente, permanentemente. Así que el error es parte de él y nos alimentamos permanentemente”.

Sobre dirigir después de los 70 años (tiene 72) y el discrimen que enfrentan sus contemporáneos:

“En un mundo ideal, lo llevamos día a día, semana a semana, mes a mes año a año. Hay entrenadores que han podido seguir siéndolo pasando de los 80’s, los 70’s. No hay tantos. Eso lo hace especial., le da picardía al asunto de uno poder seguir siendo entrenador después de los 70’s. Pero hay discrimen. Obvio hay nombres diferentes: la ‘edad de oro’, ‘edad azul’, etc.”

“Pobres de los que creen en ese incubo, en ese peso de la sociedad, de los que vienen subiendo, que te quieren sacar para el lado, y te retiran de los sitios, pudiendo esas personas aún ser productivas. Es una falsead de tantas, de cosas que uno puede hacer después de los 70’s. Pienso en pianistas como (Vladimir) Horowitz que produjo ‘Bella Sonata’ después de 90 años”, o (la pinturas de) Picaso por mencionar algunos pocos. Ese esfuerzo, ese impulso te mantiene vibrando. La edad cronológica no tiene mucha importancia”.