Por sus primeros 26 partidos de temporada en su regreso con los Mavericks de Dallas tras su salida de los Timberwolves de Minnesota, el armador boricua José Juan Barea se acostumbró a un rol en el que se sentía cómodo y en el que sus destrezas como creador en ofensiva y anotador eran explotadas de forma más efectiva por el dirigente Rick Carlisle y el staff técnico.

Bajo esas funciones, Barea brilló con esplendor, ayudando a Dallas a ganar 19 de sus primeros 27 partidos como una de las principales bujías del equipo viniendo del banco mientras promediaba 7.9 puntos, 3.8 asistencias, 1.9 rebotes y figuraba entre los líderes de la liga en efectividad y en porcentaje de asistencias por cada turnover.

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Pero a partir del 20 de diciembre cuando el equipo optó por adquirir los servicios del estelar base Rajon Rondo desde los Celtics de Boston, su rol cambió notablemente.

Ya no es el jugador con el balón en las manos para hacer de las suyas en el pick-and-roll con frecuencia, ni el agresivo penetrador al canasto que generaba muchas situaciones de juego al colapsar la defensa en la pintura.

Ese es el rol primordial de Rondo y para Barea tener minutos tiene que contribuir de otras formas.

“Tras la llegada de Rondo estoy jugando más de ‘dos’ que de ‘uno’. Antes entraba desde el banco a jugar más de ‘uno’ que de ‘dos’ y entraba más temprano”, dijo Barea, que antes promediaba 17 minutos por juego y su estadía en cancha ha bajado a 14 minutos y medio por desafío.

“Ahora tengo que jugar un poco más sin la bola, cortar al canasto, salir de cortinas. Antes tenía el balón en la mano un poco más para crear por tierra para mí  y para otros. Ahora tengo que estar un poco más listo para recibir el balón y lanzar porque Rondo pasa bastante el balón una vez ataca el canasto”.

Y es que Rondo juega bastantes minutos y cuando Barea entra no necesariamente es para sustituirlo a él, sino a Monta Ellis. Por ende, Barea suele jugar con Rondo a la misma vez y no necesariamente junto a Ellis o Devin Harris.

Esto ha hecho que no solo sus minutos y sus puntos por juego (de 7.9 a 6.2 en los pasados 14 partidos) hayan bajado, sino también su promedio de asistencias (de 3.8 a 2.2 en los pasados 14 juegos). A nivel general Barea promedia 7.3 puntos 3.2 asistencias en estos momentos.

En adición, varios de los jugadores que tuvieron que dar en el cambio por Rondo, particularmente el atlético pívot Brandan Wright, eran parte del núcleo con el que Barea había logrado gran afinidad entre la rotación que venía del banco.

“La salida de Brandan Wright también me ha afectado un poco. El era parte integral de esa segunda unidad para mi pues es un atleta alto, saltarín, a quien yo alimentaba con pases de ‘puente aéreo’ saliendo del pick-and-roll. La amenaza que eso representaba al otro equipo me abría más espacios para penetrar al canasto”, admitió Barea.

No obstante, el boricua enfatiza que lo principal es el éxito colectivo y que seguirá ajustándose a su rol para tratar de ayudar a Dallas a seguir ganando, algo que han conseguido en nueve ocasiones durante los pasados 14 desafíos desde que llegó Rondo.

“Lo importante es que sigamos mejorando cada día, especialmente nuestra defensa colectiva. Sabemos que podemos anotar contra cualquiera. Pero la defensa es lo que nos va a ayudar en playoffs”, dijo Barea, cuyo equipo figuraba empate en cuarto lugar en la Conferencia Oeste hasta el lunes con los Rockets de Houston con marca de 28-13 y van por el mismo camino que la campaña de 2010-2011 cuando terminaron en tercer lugar en la conferencia con marca de 57-25 y ganaron el campeonato.