José Juan Barea es la nueva sensación
El baloncelista pasa por el mejor momento de su carrera en la NBA.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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José Juan Barea narró en una entrevista reciente que por poco no lo dejan entrar en el camerino de su propio equipo porque el guardia de seguridad no sabía que él era jugador de los Mavericks de Dallas.
Pero luego de hacer de las suyas ante los Lakers de los Ángeles en la serie de playoffs de la NBA, ya le será difícil pasar desapercibido, no importa la ciudad en la que se encuentre.
¡Y en Dallas menos todavía!
Resulta que tras su juegazo de 22 puntos y ocho asistencias el domingo en el juego de eliminación de los Lakers, Barea salió a cenar con su novia, la ex Miss Universo, Zuleyka Rivera, al restaurante Lemon Bar, en Dallas.
Tan pronto Barea dejó su auto en el valet parking, se bajó con Rivera y dio dos pasos, los centenares de personas que se encontraban en la concurrida localidad irrumpieron en un sonoro aplauso de pie para Barea que tomó por sorpresa al boricua.
Y es que Barea, que ha sido uno de los mimados de la afición boricua en los pasados años, comienza ganarse el cariño de los seguidores del baloncesto en Estados Unidos, particularmente luego de figurar entre los protagonistas de la barrida que los Mavericks le propinaron al equipo campeón defensor de la NBA.
“¡Wow! Aquello fue espectacular, parapelos”, relató Barea en conversación telefónica con Primera Hora.
“Estaba tan nervioso que hasta temblaba de la emoción. ¡Fue algo impresionante! Y la gente aplaudía más duro mientras caminaba por entremedio del lugar para llegar a mi destino. No dejaron de aplaudir hasta que desaparecí de su vista. Fue tremendo”.
¡No era para menos!
Barea no sólo exhibió uno de los mejores partidos de su vida, sino que aguantó todo lo que los Lakers le tiraron - incluyendo el malicioso codazo intencional de Andrew Bynum en el cuarto parcial.
“Fue un cantazo sucio por frustración... innecesario. Pero gracias a Dios estoy bien. Quizás una leve molestia, pero nada que no pueda aguantar”, dijo Barea en torno a la falta intencional recibida por el centro sietepiesino.
“Me imagino que no sólo lo multarán, sino que le darán una suspensión para la temporada que viene. Eso no se puede permitir”.
Según Barea, la clave para eliminar a los Lakers fue el excelente trabajo de scouting que hizo el staff de dirigentes de Dallas y la ejecución del plan de trabajo del equipo en ambos lados de la cancha.
“En defensa, les pusimos una zona que les dio muchos problemas, especialmente porque ellos no estaban metiendo el tiro largo. Eso nos ayudó a coger rebotes y poder empujar el balón. En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos arriba por 20 puntos”, relató Barea.
“Del lado de nosotros, todo el mundo se movía sin el balón, buscaba espacios en el perímetro para obtener sus tiros y conmigo penetrando al canasto usando el pick-and roll una y otra vez, siempre alguien se quedaba libre para un tiro solo. Fue algo que me disfruté porque tuve la bola en la mano para poder crear muchas situaciones para mi equipo. Me acuerdo que en una secuencia de posesiones hice como seis pick-and-rolls corridos y seguían pidiéndomelo. Los Lakers no podían defenderlo y nuestros tiradores seguían metiendo el triple. Fue espectacular”.
Su desempeño y el de todo el colectivo tiene a los Mavericks con el ánimo por las nubes en espera de su próximo rival entre los Grizzlies de Memphis y los Thunder de Oklahoma City, cuya serie semifinal de la Conferencia Oeste estaba, hasta anoche, 2-1, a favor de Memphis.
“Nuestro equipo está superanimado. Estamos jugando todos bien porque el nivel de confianza colectivo está bien alto. Bueno, que ayer (el domingo) nuestros líderes Dirk Nowitzki y Jason Kidd pudieron descansar bastante porque el banco se hizo cargo del juego”, dijo Barea mientras soltaba una risa.
“Pero a Nowitzki hay que darle crédito porque ha asumido un rol de liderato bien importante desde que comenzaron los playoffs. Ahora nos falta el ganador de Memphis y Oklahoma City y espero que sea Memphis porque creo que paramos mejor con ellos. Creo que los Thunder son un poco más atléticos y nos pueden dar más dificultades, sentenció”.