Mientras Puerto Rico todavía celebra la clasificación del Equipo Nacional de Baloncesto a los Juegos Olímpicos París 2024, otras historias relacionadas a representantes de esta Isla fueron tejidas en dos de los otros tres torneos de Clasificación Olímpica que se jugaron de manera alterna al que se jugó en San Juan en las ciudades de Valencia en España y Piraeus en Grecia.

Nos referimos a las historias de los árbitros Jorge Vázquez, Johnny Batista y Roberto Vázquez. Para el primero su aparición en el Repechaje en Valencia representó su último torneo de FIBA Mundo, en tanto que allí mismo Batista se ganó por sus méritos su invitación para tener en París sus primeros Juego Olímpicos. Allí de paso, se encontrará con Roberto Vázquez, quien también ha sido invitado por la FIBA para trabajar en el torneo, según lo ha compartido con Primera Hora, Jorge Vázquez.

Mientras, el Repechaje en Valencia representa el retiro como árbitro en FIBA Mundo del ponceño Jorge Vázquez. Así lo escribió Vázquez en Facebook el domingo al publicar un video de su salida de su último juego trabajado para FIBA Mundo; el partido semifinalista del torneo en Sevilla, jugando entre Bahamas y Líbano, y ganado por los caribeños que posteriormente cayeron en la final ante España.

“El retiro es un paso más al crecimiento humano y le doy Gracias a Dios por permitirme durar y disfrutar de mi trabajo que tanto amo”, agregó en su post.

Bueno, el retiro es del arbitraje en torneos mundiales de la FIBA. Ya no estará en otra Olimpiadas ni en otro torneo Mundial. Sí le queda la opción de trabajar por un tiempito más en torneos de FIBA América, pero ya el año que viene eso también concluirá y solo seguirá trabajando por un tiempo más en el BSN.

Jorge Vázquez aparece aquí detrás de Ricky Rubio de España durante un juego que trabajó en la Copa del Mundo China 2019.
Jorge Vázquez aparece aquí detrás de Ricky Rubio de España durante un juego que trabajó en la Copa del Mundo China 2019. (Suministrada)

El retiro, sepa, le llegó y no es que necesariamente lo ejerce por su deseo aunque admite que ciertamente ya era tiempo. Lo que sucede es que la FIBA por norma retira a sus oficiales de torneos internacionales a los 50 años.

“Yo cumplí los 50 en octubre pasado. Pero la FIBA me extendió a un grupo de veteranos la licencia hasta los 51, incluyéndome a mí. La norma es a los 50. Han discutido en ocasiones si lo suben a 54 y bueno a unos de nosotros nos la extendieron hasta los 51. Pero ya decidí que no buscaré más tiempo. Y solo me daré la oportunidad de acudir en lo que me queda de liciencia FIBA a alguna ventana de América y ya”, dijo Vázquez, quien se une en el retiro de árbitro FIBA a otros boricuas como Rosendo Rodríguez, Aníbal García, Juan ‘Pucho’ Figueroa, Carlos Villanueva y Carlos Tarrats, aunque Vázquez entiende ser posiblemente el primero que llega al retiro al alcanzar el límite de la edad.

Cuando Vázquez complete su carrera como árbitro FIBA saldrá con un impresionante resumé. Árbitro FIBA del 1996 al 2025. En ese tiempo trabajó en seis Copa del Mundo de la FIBA (Indianápolis 2002, Japón 2006, Turquía 2010, España 2014, China 2019 y el de Filipinas, Japón e Indonesia del 2023) y siendo el único oficial con esa cantidad trabajadas en la historia del evento.

Trabajó además en dos Juegos Olímpicos (Atenas 2004 y Londres 2012), en el Mundial Juvenil Grecia 2019, la Eurocopa 2017, siente torneos Preolímpicos, siete Premundiales, dos Copas Intercontinentales, tres Juegos Panamericanos, (Río de Janeiro 2007, Lima 2019 y Santiago 2023), dos Juegos Centroamericanos (Cartagena 2006 y Mayagüez 2010), cuatro Liga de Las Américas, cuatro Liga Sudamericana y dos torneos de la antigua Liga de Clubes de las Américas.

“El cierre hubiera sido espectacular en París, pero no me llegó la invitación. Pero estoy feliz porque le llega su primera a Johnny Batista y Roberto Vázquez también va”, destaca Vázquez a preguntas de Primera Hora, quien además destacó que no tuvo la dicha de pitar en finales del Mundial ni Olímpicas porque casi siempre entre los finalistas estuvo Estados Unidos y en estos tiempos no se le permite a un oficial con pasaporte de Estados Unidos trabajar juegos de una final de ese país como tampoco hubiera podido trabajar una de Puerto Rico.

Ser árbitro FIBA, de paso, no es un trabajo sencillo. Y tampoco es uno lucrativo. A modo de ejemplo Vázquez relató que un oficia con licencia FIBA necesita trabajar todos los días del año un programa de ejercicios físicos que es evaluado desde España y monitoreado por el uso de un reloj especial conectado a una aplicación que rinde informes sobre la condición física y aptitudes del oficial.

“Uno tiene que seguir el plan de correr, ejercicios, estiramientos y preparación física en general. Hay que hacerlo diariamente, con algunos descansos, pero entonces mensualmente uno tiene que pasar unas pruebas físicas. Y aparte de eso tomar cursos, atender reuniones virtuales y exámenes técnicos sobre reglas y jugadas. Nada es regalado. Y el que no cumple queda fuera. Las evaluaciones son constantes y con controles a través del reloj”, destacó.

Y lo físico y lo académico no es lo único. Los árbitros son además evaluados juego a juego y después de cada juego tienen que pasar por un proceso de evaluación del partido con un instructor en el que ven de ocho a 10 videos del partido y analizan las jugadas determinadas en los desafíos.

Mucho de lo trabajado durante años, de paso, es como dirían por ahí, por amor al arte. El árbitro FIBA no es que está bajo un contrato de paga anual.

“Es más porque uno ama esto y porque le gusta poner el nombre del país en alto. La FIBA paga unos ‘fees’ por torneos. Un Mundial, por ejemplo, puede pagar entre $1,200 a $1,500 por el torneo. Un evento de un fin de semana unos $600. Un juego de una ventana algunos $300″, destacó a preguntas de Primera Hora.

“Eso sí, cubren todos los demás gastos de viaje, hospedaje, alimentación. Lo cubren todo”.

Aunque ha llegado el retiro de las canchas FIBA, Vázquez no espera cerrar la pertenencia al organismo. Desde el año pasado en Uruguay pasó los exámenes para ser supervisor y éste aspira a poder trabajar hacia adelante con el desarrollo de jóvenes árbitros a nivel internacional, tal cual lo hace en Puerto Rico y el BSN.

Y su carrera del BSN todavía seguirá activa “mientras tenga salud y se me contrate... hay que mantener uno niveles”.

¿Serán unos 20 años más?, le preguntamos.

“No creo que vayan a ser 20 años más”, contestó, agregando que ciertamente el reto de mantener una condición física de altura es cada año más retante.