El cuerpo técnico de la Selección Nacional de Baloncesto Femenino de Puerto Rico que el pasado sábado consiguió su clasificación a los Juegos Olímpicos París 2024, regresó a la Isla en la madrugada de hoy miércoles, proveniente de Nueva York, lleno de satisfacciones por el logro obtenido en el torneo en China.

El grupo además trajo consigo una buena cantidad de invitaciones para ser parte de torneos preparatorios hacia los Juegos Olímpicos, y llegó ya activo en el proceso de análisis sobre si debe considerar una posible y nueva convocatoria de jugadoras para formar el equipo que irá a París.

En una entrevista telefónica con el dirigente nacional, Jerry Batista, éste contestó, entre interrupciones constante del público que lo veía hablado por teléfono para esta entrevista, sobre la gran satisfacción que tiene el programa por haber clasificado para unas segundas Olimpiadas consecutivas luego de haber visto acción y debutado en la edición Tokio 2020 en el verano del 2021.

Sobretodo, la satisfacción surgió por haber concretado lo planificado.

“Todo salió como lo planificamos, desde caer en el grupo del preolimpico en China hasta el juego con Nueva Zelanda porque la preparación nuestra fue directa para Nueva Zelanda, sabiendo que Francia y China son mejores que nosotros”, dijo Batista.

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La Selección Nacional poncho su segundo boleto olímpico el sábado, luego de vencer en el minuto final a Nueva Zelanda, que era el equipo parejo a Puerto Rico que formaba parte del grupo en el que China y Francia desputaban como fueras de series.

Además, Batista afirmó que la satisfacción proviene de haber mantenido el nivel competitivo para mantenerse entre los 12 mejores equipos del mundo de un ciclo olímpico a otro.

En ese sentido, Batista hizo énfasis en que el programa mantuvo el nivel pese a haber perdido a sus jugadoras claves del pasado ciclo: Jennifer O’Neal y Jazmon Gwazmey. También hizo énfasis en que mantuvo el nivel pese a que su preparación fue, en términos de tiempos, inferior a la de Nueva Zelanda y a la de Brasil, que volvió a quedarse fuera de las Olimpiadas.

“Primero que vinimos al torneo sin Jennifer, que se retiro, y sin Jazmon, que sigue jugando, así como sin algunas colegiales, y se clasificó igual. Las que vinieron hicieron el trabajo. Eso refleja consistencia”, dijo Batista por un lado.

“Segundo”, agregó, “los demás se prepararon de una manera superior. Nueva Zelanda, por ejemplo, paró su torneo para prepararse. Brasil tiene más recursos y jugó de local el preolímpico. Y, sin embargo, nosotros clasificamos”.

“Por todo eso”, concluyó Batista, “la clasificación reafirma el crecimiento del programa. Volvimos a clasificar en vez de echar para atrás”.

El Equipo Nacional tendrá noticias del cuerpo técnico y del Copur próximamente, dijo Batista. La Federación de Baloncesto de Puerto Rico y el Copur se reunirán próximamente para delinear el plan de preparación que ambas partes le harán llegar a las jugadoras. El plan de preparación, en cuanto a fogueos, iniciaría en mayo. Los Juegos Olímpicos inician el 26 de julio y el torneo femenino de baloncesto se pondrá en marca el 28.

Batista dijo que “siempre” puede haber una nueva convocatoria, aunque tiene consideración que las 13 jugadoras que viajaron al torneo de clasificación fue un grupo de una mezcla de veteranía y juventud, además que demostró una “buena química”.

“Siempre miraremos la forma que hay para mejorar el equipo, si es que hay que mejorarlo”, dijo.

Otra muestra de crecimiento en el programa es la cantidad de invitaciones que tiene la Selección de camino a París 2024 en comparación con las que tuvo para ir a su debut olímpico en Tokio 2020, afirmó Batista sin revelar las invitaciones.

El dirigente dijo que tenía invitaciones previo a clasificar y que llegaron otras luego de ponchar el boleto. Unidas todas las invitaciones, Batista cuantificó que éstas son más de las que tuvo luego de clasificar a Tokio 2020, además de que se las cursaron más rápido en comparación al ciclo pasado.

El hecho de que procuren a la Selección con más frecuencia y prontitud es señal de crecimiento, afirmó Batista.

“Es señal de respeto”, dijo.