Guaynabo. Christian Dalmau vio jugar por primera vez a Javier Ezquerra en 2009, cuando este tenía siete años, durante un campamento de verano que realizaba anualmente junto a Eddin Orlando “Guayacán” Santiago.

Una década después, Dalmau volvió a encontrarse con Ezquerra mientras dirigía un juego de Central Point Christian Academy contra IMG Academy en Florida.

Por eso, cuando llegó el momento de decidir cuál sería el novato que los Vaqueros de Bayamón seleccionarían en el segundo turno de la segunda ronda del Sorteo de Nuevo Ingreso 2025 del Baloncesto Superior Nacional (BSN), el técnico sugirió al armador de 23 años, a quien muchos catalogan como el “robo” del draft.

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“Yo he visto a Javi jugar por los pasados años. Lo vi jugando en Estados Unidos en 2019, más lo conocía de aquí de Puerto Rico. Lo he seguido a lo largo de su carrera, así que sé lo que puede aportar. En el draft, yo dije que quería escoger a Javi y decidimos que, si estaba disponible cuando tocara nuestro turno, lo íbamos a escoger”, relató Dalmau a Primera Hora.

La realidad es que Ezquerra y la gerencia de Bayamón acertaron con su decisión. Desde el momento que el base se tiró a la cancha durante el primer partido de la temporada contra los Indios de Mayagüez, sorprendió a la fanaticada de los Vaqueros que se dio cita esa noche al Coliseo Rubén Rodríguez con su capacidad de leer el juego, a pesar de su edad y poca experiencia.

Javier Ezquerra, de los Vaqueros de Bayamón, durante su primer juego en el BSN contra los Indios de Mayagüez.
Javier Ezquerra, de los Vaqueros de Bayamón, durante su primer juego en el BSN contra los Indios de Mayagüez. (Edgardo Medina Millán)

Con el estelar armador Gary Browne en minutos restringidos mientras aún se recupera de una distensión de grado 1 del ligamento medial que lo obligó a perderse casi la totalidad del pasado torneo, Ezquerra ha cubierto quizá la única debilidad de un quinteto bayamonés que está en la primera posición de la Conferencia A con marca de 9-2.

Gracias a esto, ha asegurado su espacio en la rotación de Dalmau y dirige la ofensiva de un equipo que cuenta con refuerzos de renombre, como Chris Duarte, Danilo Gallinari y JaVale McGee.

“Javi ha sido una adquisición muy buena para nosotros. Nos ha ayudado desde el inicio de la temporada, cuando Gary estaba lastimado. Él pudo ayudarnos mucho en esa posición y ha demostrado que puede hacer trabajo desde el primer día. Ha hecho lo que el equipo necesita. Esa confianza que le he dado se la ha ganado él mismo haciendo su trabajo dentro de la cancha. Fue un ‘pick’ bien escogido”, opinó el estratega de los Vaqueros.

“Ponerse esa camisa es un sueño hecho realidad”

Ezquerra es un estudiante de cuarto año de Wagner College, una universidad privada en Nueva York. Es oriundo de Guaynabo, pero siempre fue Vaquero porque su padre se crió en la urbanización Santa Rosa, localizada en Bayamón. Así que básicamente está viviendo su sueño.

“Ha sido una experiencia brutal. Agradecido con la oportunidad. Tengo que seguir aprovechándola y no le puedo bajar, pero me siento bien bendecido con la oportunidad que Christian me ha dado para ser ese coach en la cancha”, dijo Ezquerra a este medio.

“Se siente brutal vestir ese uniforme azul, amarillo y blanco con el nombre de los Vaqueros al frente. Es increíble. Ponerse esa camisa es un sueño hecho realidad”, admitió.

Aunque su aportación va más allá de las estadísticas, el canastero promedia 3.4 puntos, 2.3 rebotes y 3.9 asistencias en los 10 partidos que ha participado. Esos juegos le han bastado para aprender numerosas lecciones no solo de los veteranos que lo rodean, sino también de Dalmau y el coapoderado de Bayamón, Carlos Arroyo, quienes fueron grandes armadores.

“Cuento con un coach y un coapoderado que jugó mi posición. Me aconsejan mucho acerca del estilo de juego del BSN y he ido aprendiendo poco a poco. Christian me dijo que fuera yo, que siguiera haciendo lo que he hecho toda mi vida y fuera ese coach en la cancha. Con Carlos he hablado menos, pero me dijo más o menos lo mismo”, compartió Ezquerra.

“Christian lo que me pide es que cada vez que salga del banco traiga mucha energía y sea un líder en la cancha. Ese es el trabajo del armador. Ha sido brutal jugar con exjugadores de la NBA, como McGee. Se me hace fácil como McGee. Ese ‘pick and roll’, cada vez que ataca, es solo tirarla para allá arriba porque él la va a coger y va a donquear”, agregó.

Sin embargo, Ezquerra ha tenido que hacer muchos sacrificios para hacer este sueño realidad. El novato recibió un permiso de Wagner College para continuar sus estudios bajo la modalidad en línea, pero en el inicio del torneo tuvo que tomar múltiples vuelos de Nueva York con destino a Puerto Rico para llegar a los juegos de los Vaqueros. Una experiencia que Arroyo también vivió mientras estudiaba en la Universidad Internacional de Florida y jugaba con los Cangrejeros de Santurce.

“Un día estaba por allá en la universidad y me llamó Carlos por la mañana. Me dijo: ‘Javi, te necesitamos. ¿Te puedes montar en un avión para llegar aquí en la tarde?’. Yo le dije que sí, y cuando llegué aquí, me dijo que se recordó a cuando jugaba en Santurce y lo viajaban a todos los juegos porque tenía clase en las mañanas. La realidad es que yo no me esperaba nada de esto. Siempre he confiado en mí, pero no me esperaba la manera que me han recibido”, compartió.

Ezquerra y los Vaqueros recibirán este jueves a los Mets de Guaynabo en el Coliseo Rubén Rodríguez.