Gilberto y Gian Clavell le ponen su chispa a los Cangrejeros
Los hermanos están enfocados en buscar el noveno campeonato para la franquicia santurcina.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Con la firma de Ramón Clemente, Ángel Matías, Skal Labissière, Alada Aminu (en sustitución de Rakeem Christmas), Juan Pablo Piñeiro y los hermanos Gilberto y Gian Clavell los Cangrejeros de Santurce reforzaron su róster con jugadores que les dan altura, velocidad y fuerza debajo del canasto.
Sobre el papel, lucen en mejor posición que el año pasado para optar por el pase a la postemporada y ser contendores al campeonato 2022 del BSN.
En eso coinciden los Clavell.
“Esa es la meta”, dicen al unísono los hermanos que juegan por primera vez juntos en una franquicia del BSN.
Ambos se muestran a gusto de pertenecer a una de las franquicias de mayor tradición en la historia del baloncesto en Puerto Rico, equipo de figuras que han puesto a gozar a la fanaticada desde el siglo pasado como Rafael Valle, Teo Cruz, José “Piculín” Ortiz, Orlando “Guayacán” Santiago o Carlos Arroyo.
“Ponerse la camisa de los Cangrejeros es siempre un orgullo, porque es de las franquicias con más historia en el BSN”, destaca Gian Louis, el menor de los Clavell y quien regresa al BSN luego de una temporada con los Brujos de Guayama en 2017.
“Cuando tú escuchas Cangrejeros de Santurce, eso se tiene que respetar. Se tiene que respetar los jugadores que han jugado en este equipo, al final, Piculín, Guayacán, Carlos Arroyo, Teo, Robert ‘Tractor’ (Traylor), ¿sabes? Tú te pones una camisa así y tienes que decir: ‘wao, estoy donde jugaron esos grandes jugadores’, y al final eso también te da un sentido que te dice ‘tengo que representar bien a los Cangrejeros de Santurce y donde quiera que vaya’. Ese es el pensamiento que uno tiene cuando se pone esa camisa”.
Gilberto -quien comenzó su carrera en el BSN con los Maratonistas de Coamo, luego estuvo cinco temporadas con los Santeros de Aguada hasta que la franquicia se mudó a Fajardo la temporada pasada y de allí pasó a los Cangrejeros, comparte el sentimiento que representa jugar para una franquicia con una historia como Cangrejeros.
“Siempre lo quise. Desde que entré al BSN quería jugar en una franquicia de mucho prestigio y de mucha presión, porque a la hora de la verdad hay franquicias de las que la gente espera algo, la franquicia de Arecibo, la franquicia de Ponce, Santurce, son franquicias que demandan, Quebradillas... Son franquicias que son de las primordiales, donde hay que ganar y pienso que estar en una franquicia así es el sueño de cualquier jugador”, destacó sin olvidar el orgullo que representó para él ganar el campeonato del 2019 con los Santeros.
“No me malinterpretes. Aguada es Aguada. Mi familia es de allí, mi mamá, mis tías, mis primos, mis primas... Entonces jugar frente a mi familia, frente a mi abuela, eso tiene su encanto. Y era algo único. Pero es que son experiencias diferentes. Todo el mundo tiene la presión de ganar, pero no es la presión si te pones el uniforme de estas franquicias primordiales. Como te digo, son experiencias diferentes y cada una me ayuda a convertirme en el jugador que soy ahora”, expuso.
Décadas sobre el tabloncillo
Y los jugadores que son hoy día, como es natural, viene formándose desde la infancia.
Gilberto comenzó a jugar a los 6 años, Gian a los 3.
“Según lo que papi me explicó, yo era bastante alto para mi edad, y dominaba mucho a mi edad y me pusieron con los mayores por la estatura. Pero sí, podía hacer bastantes cosas a los 3 años”, describió.
En este punto, Gilberto sonríe de admiración por su hermano: “Cuando chiquitos Gian Louis ganó muchos más torneos que yo, porque tenía más trofeos que yo”, rememoró al evocar una infancia feliz.
“Nuestra infancia fue siempre juntos, dormíamos en el mismo cuarto, jugamos en las mismas ligas, obviamente yo un poquito más alta que la de él. Los playstations, los gameboys los compartíamos. Siempre estuvimos juntos toda la vida. La única vez que nos separamos fue cuando yo me fui para Estados Unidos. Pero nuestros padres siempre nos mantuvieron juntos; nos enseñaron a cuidarnos uno al otro, la hermandad, apoyarnos el uno al otro”, recordó.
Volviendo a la temporada 2022, ambos reconocen que esta ya comenzó tan competitiva como la del año pasado.
“La liga está dando mucho que hablar. El off season fue uno de los más entretenidos en las redes, el rumor de Gian Louis venir con los Cangrejeros, el rumor de cambio mío, el rumor de (George) Conditt y Tremont Waters que si iban a venir, Gary (Browne) con Piratas cuando puso en las redes que iba a hablar... o sea, que antes que empezara el BSN ya estaba todo listo. Así que este año va a ser uno de los mejores, si no la mejor temporada. Todo el mundo está equilibrado. Todo el mundo tiene a sus jugadores estelares y creo que va a ser una temporada que va a dar de qué hablar. Y va a ser bien divertida pa’l fanático”, resaltó Gilberto.
Como integrantes de Santurce les toca defender el Coliseo Roberto Clemente como casa de los Cangrejeros, uno de los escenarios más emblemáticos del baloncesto en la Isla, lleno de memorias a nivel nacional e internacional.
“Cuando me dijeron que me tenía que reportar a Santurce... cuando iba entrando dije ‘¡contra!’... En verdad dije otra palabra (ríe). Mirando el Coliseo me dije, ‘yo voy a jugar aquí por los próximos años... Sabes, es una cancha que a veces intimida porque tú tienes que venir aquí y hacer un performance, jugar. Que esta vaya a ser mi casa por los próximos años es algo único, algo que siempre soñé”, celebró Gilberto.
El sábado, a los Cangrejeros les toca defender la casa ante los Leones de Ponce y los hermanos Clavell están listos. Queda de la fanaticada cangrejera llegarle al Clemente y apoyar a su equipo.