A mitad de temporada, todo parecía acabado para los Indios de Mayagüez.

Con marca de 7-15 y últimos en la tabla de posiciones del Baloncesto Superior Nacional (BSN), más de uno en el camerino de la tribu empezó a pensar en el año que viene.

Entonces, la gerencia se sacó un as de la manga.

Tras el despido de Tony Ruiz y luego del partido que dirigió interinamente su gerente general, Franklin Román, contrataron al veterano dirigente Flor Meléndez, quien de inmediato le dio un nuevo impulso al equipo y hoy están clasificados sextos y mirando con la frente en alto rumbo a la postemporada.

Y todo cambió en el día que Meléndez entró a ese camerino y cambió la siquis del quinteto.

“Mentalmente estaban eliminados. Todo lo que se hablaba era negativo. Incluso había jugadores que yo creo que se querían ir y todo”, recuerda Meléndez de ese primer encuentro con los jugadores. Pero también pudo identificar cosas muy positivas que utilizó a su favor: la juventud de sus integrantes y el hambre que aun tenían de lucir sus habilidades.

“Les dije que se olvidaran de todo lo que había pasado hasta ese momento. Les dije: ‘yo llegué nuevo aquí. Háganse de cuenta que ustedes están llegando hoy y vamos a hacer el debut como si estuviéramos una temporada nueva’. Y así lo hicieron. Por eso los felicité en el último juego en Fajardo, porque habían tenido una gran temporada”, sostuvo el veterano mentor.

En la semana que tuvo entrenando con los jugadores antes de su debut oficial, Meléndez también trabajó algunos aspectos puramente del juego que probaron ser la clave para la virazón de la tribu.

“Lo único que hablé con los jugadores era que eran un equipo que le anotaban más de 90 puntos por juego y que eso era imposible ganar juegos así. Había que bajar a 80 o menos. También estaban cogiendo 31 o 32 rebotes por juego y eso había que subirlo a cerca de 40. Siempre he dicho que el equipo que defiende para 80 puntos o menos y coge 40 rebotes, de diez juegos, gana siete”, recordó el veterano dirigente, que lleva 41 temporadas como mentor en el BSN y que con el triunfo del pasado domingo, alcanzó las 800 victorias en el baloncesto local.

El veterano dirigente resaltó, además, la llegada de Jordan Glynn, un pívot natural que de inmediato se acopló al resto del equipo “y el equipo se acopló a él”.

Con esos pequeños ajustes y una mentalidad totalmente cambiada, Meléndez logró transformar el destino de los Indios. 

Lograron 11 triunfos en sus últimos 14 compromisos, incluyendo nueve de sus últimos diez, para no solo asegurar su pase a la postemporada, sino además en la sexta posición con récord de 18-18.

“Yo estoy bien contento con ellos porque los jugadores han hecho un esfuerzo extraordinario. No es fácil que estés prácticamente eliminado y venga un ‘coach’ a decirte que se practica dos veces al día y que no da días libres. Y ellos lo hicieron”, apuntó Meléndez, quien auguró un prominente futuro para la franquicia por su juventud y versatilidad en la plantilla.

“Ahora estamos clasificados y vienen los ‘playoffs’. Vamos a ver qué pasa”, sentenció Meléndez.