Filiberto Rivera demostró que le quedan un par de temporadas más de buen baloncesto
A sus 39 años, el respetado armador de los Cangrejeros fue una pieza clave para que su equipo avanzara a la postemporada.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El cuerpo de Filiberto Rivera no acaba de comprender que tiene 39 años y que ha jugado 18 temporadas de Baloncesto Superior Nacional (BSN) y que dejó sudor y esfuerzo en las canchas del baloncesto universitario estadounidense y las de Alemania, Italia, Grecia, Israel, República Dominicana, Venezuela y México a nivel profesional. Eso sin contar los compromisos con el Equipo Nacional.
Y como el profesional consumado que es, sumado al amor por su profesión como jugador de baloncesto, realizó antes de la actual temporada una preparación exhaustiva que le permitió ver acción en 27 de los 32 partidos de los Cangrejeros de Santurce, tomando la batuta del equipo en momentos en que el estelar José Juan Barea perdió tiempo de juego por lesiones y su liderato fue necesitado.
Y dice que se siente como de 15.
“Este año la preparación física fue diferente a todas las demás. Yo sé que estoy entrado en edad en comparación de cómo está la liga en términos de ‘point guards’ jóvenes, por lo que yo me tengo que preparar el triple. Así lo hice y de verdad tengo que darle las gracias a mi preparador por los pasados cuatro años”, dijo Rivera refiriéndose a Fabián Amaya.
“Tuve una lesión leve de un ‘hamstring’ pero eso no fue nada. Y eso ha sido todo: prepararme, comer bien, llevar una dieta saludable por casi cinco meses antes de que empezara la temporada y gracias a Dios todo me ha traído beneficios. Obviamente el trabajo se hizo durante la temporada regular y en los playoffs. Y cuando acabe la temporada espero estar saludable”, agregó.
El que Rivera haya estado saludable fue de gran importancia en los momentos en que una figura como Barea estuvo fuera por lesiones o que el equipo cayó en malas rachas. Además de la experiencia y la madurez que te brindan los años en el BSN, Rivera tomó el liderato en cancha por el cual se le ha reconocido durante su carrera, convirtiéndose en el timonel del equipo.
“Cuando nos juntamos, él (Barea) y yo hablamos de lo importante que éramos el uno para el otro. Si uno no estaba el otro iba a ser el líder del equipo. José ha tenido altas y bajas con lesiones y mi liderato se ha escuchado más que el de él, pero no significa que él no ha estado. He tomado la responsabilidad, que es lo que he hecho casi todos los 18 años que llevo de carrera. Y me encanta. Me encanta esa posición porque lo he hecho antes, lo he hecho bien, y sé que los muchachos me escuchan”, manifestó.
“Este año no ha sido la excepción. Así que mientras siga en el baloncesto esa será mi mayor aportación”, agregó Rivera, cuyos 27 partidos con los Cangrejeros este año solo fueron superados por Isaac Sosa (31) y Thomas Robinson (30).
Le pasa a todo ser humano que el cuerpo, a los 39 años, no responde como cuando tenía 19. Fili lo entiende plenamente, pero lo importante es la astucia y la sabiduría que obtuvo durante las 17 temporadas anteriores en Puerto Rico y alrededor del mundo. Y la aplica.
Dijo, por ejemplo, que en la serie de cuartos de final contra los Capitanes de Arecibo, la cual Santurce pierde actualmente por 3-1 y que volverá a cancha este lunes en Arecibo, le tocó parear con el veloz Walter Hodge Jr., uno de los armadores más rápidos y más anotadores de la liga. ¿Qué hace Rivera en un caso como ese?
“Vemos videos, las tendencias de sus movimientos, las deficiencias que tenga y atacamos esa parte. Walter es uno de los jugadores grandes de la liga. Pero hay muchos otros jugadores buenos en esta liga y me tengo que preparar para cada uno de ellos. No es que estoy cinco pasos atrás de ellos, sino que me mantengo ahí con ellos. A lo mejor no soy el más rápido, pero sé cómo usar a mis compañeros para poderlo contener”, explicó.
En broma y en serio, Rivera admite que de verdad se siente como de 19 años. Sabe que 18 temporadas pesan, pero recalcó que siente que le podrían quedar varios años en el BSN a pesar de que algunos pensaban que no lo lograría por la manera en que se preparaba antes.
Afirma que aún tiene el nivel para jugar en el BSN y en otras ligas, y mientras se mantenga saludable y libre de lesiones, como este año, seguirá en los tabloncillos puertorriqueños.
“Yo tomo año tras año, pero tengo (un contrato de) dos años con los Cangrejeros. Espero jugar el año que viene, por supuesto, y mi meta es llegar a 20 temporadas. Así que lo tomaré día a día, año por año, para ver hasta donde llego”, finalizó Rivera.