Festivo y con una gran sorprensa el ambiente en el Rubén Rodríguez para el primer partido de la final del BSN
Muchos se quedaron fuera y se perdieron la presencia de LeBron James en el coliseo Rubén Rodríguez.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Eddie Pérez decidió ver el primer juego de la serie final del BSN en una silla de playa en las afueras del coliseo Rubén Rodríguez versus una butaca dentro de la instalación.
No tuvo remedio luego de quedarse sin taquillas pese a que accesó el sábado la web con ayuda de su hijo para comprar taquillas a exactamente la hora del ‘bola al aire’ (10:00 a.m.) para la venta de boletos.
Resignado, estiró la silla de playa frente a la pantalla gigante –en dimensiones, no de Carolina- en las afueras del coliseo para ver el juego y esperar una victoria de los Vaqueros.
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“A las 10 de la mañana estaba con la computadora prendida y con mi hijo que sabe de eso y ya hacía el 4,000 (en la fila). Espero que se dé bueno aquí”, dijo.
Lamentable que Pérez no pudiera ver en persona el juego, como tampoco pudo ver la gran sorprensa del juego, la entrada de la estrella mundial, LeBron James al coliseo para presenciar el partido.
Pero al menos la franquicia de los Vaqueros anticipó que así sucedería con muchos de sus seguidores y volvió a habilitar las afueras del coliseo con un ambiente de patronales para ver el partido y tener una experiencia casi parecida verlo en persona.
Consecionarios de comida y bebida, artículos de promoción para regalar, canastos para tirar y sentirse parte de los Vaqueros, música en tarima, pantalla gigante para ver el partido, camaradería puramente vaquera eran los atractivos principales para ver el partido en la plazoleta del coliseo.
También había una tarima cercana que sirvió de escenario para la transmisión del programa de antesala y de clausura del primer juego, lo que siempre es una curiosidad para la fanaticada.
La gerencia de los Vaqueros dijo que la venta de boletos se agotó el sábado a la hora (11:00 a.m.) de comenzada venta.
Otros tuvieron mejor suerte y entraron al coliseo para ver el juego entre los más de 9,000 que compraron boletos y butacas para presenciar a los Vaqueros ante los Gigantes de Carolina.
Uno de esos fue Nelson García, quien también consiguió un bono cuando entró a comprar boletos por internet el sábado en la mañana.
“Compré dos boletos para hoy y dos para el próximo juego (de Bayamón como local)”, dijo García.
“Y el de Carolina el jueves lo vengo a ver aquí”, agregó señalando a la plazoleta.
Temprano en la noche el ambiente fuera del coliseo se sentía más festivo que adentro de éste. Pero según se acercaba la hora del juego los papeles del ambiente se invirtieron.
De los primeros en llegar fueron los 1,000 fanáticos de los Gigantes que compraron sus boletos directo con su franquicia ya que su contraparte de Bayamón acordó darle esa cantidad de boletos para que llegaran hasta el coliseo para apoyar a su equipo.
Uno de esos fue Anthony del Valle, quien llegó hasta el coliseo en las guaguas del municipio de Carolina que se convirtieron de camino eal juego en el coliseo Guillermo Angulo de Carolina.
“Eso fue un Calentón”, dijo Del Valle sobre el ambiente en las guaguas de los Gigantes.
El espectáculo se activó más aún con la entrada del estrella James al coliseo para sorpresas de toda la fanaticada, que se levantó de sus sillas para ver al cuatro veces campeón de la NBA y máximo anotador de los todos los tiempos de esa liga.
Ya con esa entrada valió el boleto que comenzaba en $11.