El Salón de los Presidentes en la Casa Olímpica estaba listo para rendir honor al canastero Neftalí Rivera y una porción de la familia del baloncesto puertorriqueño se reunió para celebrar su vida, sin embargo, el féretro no llegó para la ceremonia.

Rivera falleció el pasado sábado a causa de un paro respiratorio luego de varios días recluido en el hospital Auxilio Mutuo. Tenía 69 años.

Los restos mortales de Rivera debían arribar a la Casa Olímpica a las 10:00 de la mañana. A las 11:30 a.m. la presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur), Sara Rosario, informó que el féretro del excanastero no había salido de su residencia del sector Buen Consejo en el barrio Río Piedras de San Juan.

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“Recibimos la petición hace unos días porque la familia tenía el interés de traer a Neftalí a la Casa Olímpica y accedimos a pesar de las festividades navideñas. Pusimos el salón al igual que los empleados. Tengo entendido que todavía hay una indisposición de la familia. Por la cantidad de personas que vinieron, decidimos hacer una ceremonia simbólica en honor a él y a su familia”, explicó Rosario.

“Lo único que nos dijeron es que la viuda está indispuesta”, agregó.

Colegas como José “Cheo” Otero, Charlie Bermúdez y Julio Toro, entre otros, tomaron la palabra en el espacio que había sido reservado para el féretro para recordar a Rivera.

La familia también había acordado que Rivera estaría expuesto en el Coliseo Raymond Dalmau en Quebradillas antes de ser cremado. No obstante, este medio supo que no había seguridad de que, en efecto, el cuerpo del excanastero llegaría al lugar.