Canóvanas. Marcaban las 4:00 de la tarde y comenzaba el flujo vehicular en los alrededores del Coliseo Carlos Miguel Mangual. Decenas de empleados ya se encontraban en la remodelada instalación para recibir a los miles de fanáticos que se darían cita al primer juego del Baloncesto Superior Nacional (BSN) en 34 años.

Esta vez, no era para ver jugar a los Indios, sino para respaldar a los Gigantes después de una gira de seis partidos en la carretera mientras el municipio y la franquicia terminaban las mejoras al recinto, que superaron el millón de dólares entre fondos públicos y privados.

Relacionadas

Pasadas las 5:00 de la tarde, los primeros fanáticos llegaron al Coliseo Carlos Miguel Mangual a través de un nuevo sistema de transportación que el equipo implementará durante la temporada, en el que unas guaguas recogerán a los aficionados en el centro comercial The Outlet at Route 66 y los llevarán hasta la cancha. Según la abonada carolinense Gisella Carreras, fue un proceso llevadero y sencillo que no requirió mucha espera.

“Llegamos superrápido. Había como cuatro guaguas, así que no había fila. Llegamos y nos montamos. Yo me bajé de mi carro y me monté rápido en la guagua”, relató Carreras a Primera Hora.

Poco a poco, la instalación comenzó a llenarse de fanáticos que estaban locos por ver a sus Gigantes desde que el alcalde de Carolina, José Aponte Dalmau, les cerró las puertas del Coliseo Guillermo Angulo y los obligó a mudarse a Canóvanas.

Era difícil caminar por los pequeños pasillos de la instalación, que contaba con todo lo que la franquicia ofrecía en su antiguo hogar. Desde tiendas de mercancía, cantinas, barras y puestos de comida rápida.

A eso se le suma que no parecía un coliseo que estaba en desuso hace 60 días. Además de estar recién pintado, el coliseo contaba con un nuevo sistema de luces, sonido, pantallas, numerosas butacas en el primer nivel y 10 filas de gradas a cada lado del segundo piso, por lo que lucía como una cancha digna para albergar un partido del BSN.

Vista del tabloncillo desde el área de las gradas en medio del partido entre Gigantes y Capitanes.
Vista del tabloncillo desde el área de las gradas en medio del partido entre Gigantes y Capitanes. (Suministrada / BSN)

“Yo entiendo que quedó bien. Es un poco pequeño, pero para el tiempo que se organizó esto, creo que está espectacular”, opinó Carlos Ortiz, abonado de los Gigantes y papá del canastero Evander Ortiz.

A pesar de que hubo un esfuerzo enorme por tener la cancha lista para recibir a los Capitanes de Arecibo en la noche, lo que se vio dentro de las líneas fue lo contrario. Los Capitanes dominaron de principio a fin a los Gigantes para llevarse una contundente victoria en la carretera por 20 puntos.

Esto no significó que el “calentón” no se dejó sentir en Canóvanas. En un punto del tercer parcial, los Gigantes se acercaron por 12 puntos con un impresionante de Kobi Simmons en la cara del novato Ramses “RJ” Meléndez. De inmediato, el ensordecedor ruido de la multitud sacudió a la instalación y empezó a sonar la canción “Así Soy Yo” de los intérpretes urbanos Anuel AA y Bad Bunny, entonada a una sola voz por todos los presentes. El mensaje era claro: el “calentón” se había apoderado de Canóvanas.

“El ambiente se siente igual que en Carolina. Esto aquí está lleno de gente de Carolina y no de Canóvanas. Esto es Carolina ‘full’”, comentó Carreras.

El color violeta, por supuesto, fue mayoría en el juego inaugural como locales de los Gigantes en Canóvanas.
El color violeta, por supuesto, fue mayoría en el juego inaugural como locales de los Gigantes en Canóvanas. (Suministrada / BSN)

“Creo que habrá que darle tiempo, pero pienso que la química en esta cancha va a ser buena. A lo mejor, se logrará el mismo ambiente”, expresó, por su parte, Ortiz.

El dirigente Carlos González admitió que estuvo muy pendiente al ambiente que se vivió en el Coliseo Carlos Miguel Mangual. No era para menos, pues estaba tratando de encontrar la manera de virar el marcador ante unos Capitanes que no fallaban detrás del arco. Sin embargo, entiende que hubo las vibras que esperaban en su estreno en Canóvanas.

“Hubo un ambiente bueno, por lo menos, fuera de la cancha. Fue lo que se esperaba. Ahora es cuestión de nosotros como equipo empezar a trabajar, como corresponde. Es un proceso. No me fijé mucho en los fanáticos, pero de allá (Carolina) es que venimos. Queríamos traer para acá a los fanáticos de Carolina y añadir a los de Canóvanas. Es una continuación de lo que habíamos empezado allá”, indicó González.

Pese a que no se informó cuántas personas asistieron al primer partido de los Gigantes en el Coliseo Carlos Miguel Mangual, fue un lleno total. El próximo juego local de Carolina-Canóvanas, que tiene ocupa la tercera posición de la Conferencia A con marca de 4-3, será el lunes ante los Piratas de Quebradillas.