Un fanático de esos que se desviven por su ídolo, tuvo una gran decepción anoche, cuando viajó a Memphis para ver a la superestrella de los Cavaliers de Cleveland, LeBron James jugar contra los Grizzlies.

Desafortunadamente para él y para todos los presentes, James no estaba, ni en el juego, ni en la cancha.

Según Bleacher Report, James, Kyrie Irving y Kevin Love se quedaron en casa, tras concedérseles una noche de descanso por parte de la franquicia, lo que llevó a James Jones a liderar a los Cavs con 15 puntos en una derrota de 93-85.

El joven evidenció su caso con una pancarta en la cancha de los Grizzlies.

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Cleveland tiene todo el derecho de hacer este tipo de ajustes, con el fin de proteger a su escuadrón fuerte.

El fanático viajó cuatro horas por carretera, gastó $800 entre boletos y demás y tuvo que conformarse con Jones, Jordan McRae y Kay Felder.

Consejo: a todo aquel que piense invertir tiempo y dinero para ver a su jugador favorito, antes verifique un calendario.