Familiares y amigos resaltan las virtudes de Mariano “Tito” Ortiz
Los restos del exbalonceslista fueron expuestos hoy jueves en el Coliseo Rubén Rodríguez en Bayamón para una despedida de pueblo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Humilde. Sencillo. Un atleta que estuvo adelantado a los tiempos. Así describen a Mariano “Tito” Ortiz quienes lo conocieron, compartieron con él y sobretodo lo vieron jugar.
Los restos del baloncelista que tuvo una laureada carrera en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) y, además, fue integrante de la Selección Nacional masculina en tres Juegos Olímpicos, fueron expuesto hoy jueves en el Coliseo Rubén Rodríguez, hogar de los Vaqueros de Bayamón. Ortiz falleció el 19 de abril a los 77 años de edad.
Junto al féretro adornado con rosas blancas, lo acompañaban tres de las camisetas que sudó Ortiz. Colgando de una viga, lo flanqueaba el banderín con el número 17 que hizo famoso durante su trayectoria con los Vaqueros, franquicia que ayudó a ganar ocho campeonatos del BSN.
“Ha sido gratificante y me da fortaleza ver el apoyo del pueblo. Papi era bien humilde, querido en Puerto Rico. Papi era accessible, le daba autógrafos a todos. Papi era jocoso, alegre, que nunca aprendió a hablar español, pero la gente lo entendía con su ‘spanglish’”, compartió Wanda Ortiz, hija del fenecido deportista.
Ortiz nació en Toa Baja, pero su desarrollo como baloncelista tuvo su génesis en las canchas ubicadas en Harlem, Nueva York. Luego, regresó a la isla para jugar en el BSN en 1965. Enseguida despuntó gracias a sus habilidades atléticas.
“Tito fue una persona amable, servicial, alguien que estaba pendiente a todo el mundo. Una persona fabulosa. Como era como jugador, así era como persona”, dijo Flor Meléndez. “En aquel momento era el jugador de la liga. El que quería ver un espectáculo, tenía que ver a Tito Ortiz. Tuvo un salto que no lo tenía nadie. Era un jugador ofensivo, un extraordinario jugador que le dio mucho a Puerto Rico a nivel internacional también”, agregó.
Ortiz estuvo 17 temporadas con los Vaqueros. Aunque han transcurrido 41 años desde que se retiró de las canchas, su hija resalta que todavía es recordado.
“Su legado es inolvidable. Aportó mucho. Cuando los actuales integrantes de los Vaqueros hicieron la guardia de honor, Ysmael Romero me dijo que leyó sobre papi y que su historia es impresionante. Le respondí que emularan sus resultados. Papi no solamente fue baloncelista, tuvo otras cualidades como persona que lo hacían diferente”, sostuvo Ortiz.
Rubén Rodríguez, quien llegó a las filas de los Vaqueros pocos años después que Ortiz, recordó con nostalgia los momentos que compartieron dentro y fuera de las canchas.
“Fuimos compañeros desde que llegué en 1969. Tito ya era el capitán del equipo cuando fueron a casa para que firmara como novato. Fuimos compañeros de trabajo en el municipio de Bayamón hasta el último día. Recuerdo que lo fui a ver en 1968 en el Estadio Hiram Bithorn. Era un jugador con un estilo de juego atractivo. En aquel entonces, nadie tuvo su estilo de juego, solo él”, compartió Rodríguez.
Ortiz culminó su carrera 5,857 puntos, 2,744 rebotes y 933 asistencias. Participó en las Olimpiadas celebrados en México 1969, Múnich 1972 y Montreal 1976. Sin embargo, Meléndez señaló que no se hace lo suficiente para preserver en la historia las gestas de los deportistas puertorriqueños.
“Nosotros nos hemos olvidado de las personas que le han dado vida a los deportes. No sabemos como están, tampoco como mueren. Los niños de las escuelas no saben de quienes son. Creo que eso es culpa de los gobiernos. Tanto como le hacen homenajes a los políticos viejos, creo que también a la gente mayor de edad que estuvieron en lo deportes y le dieron gloria a Puerto Rico también se deben recordar”, señaló Meléndez.
“Si no conocemos nuestra historia, ¿cómo vamos a querer al país? Eso en Puerto Rico no ocurre. Me encanta Argentina y en cada esquina hay un retrato de Maradona, en Brasil hay retratos de Pelé. Aquí nadie sabe cómo murió Teo Cruz, alguien que estuvo en cinco Olimpiadas, que fue un ejemplo, pero murió deambulando porque nadie hizo algo por él”, dijo.
La gerencia de los Vaqueros tiene preparado un homenaje especial para Ortiz en el partido de esta noche contra los Gigantes de Carolina. Mientras tanto, la familia adelantó que ha planificado unas ceremonias privadas.