Houston, Texas. La última vez que el Equipo Nacional de Baloncesto de Puerto Rico clasificó, por derecho propio, a unos Juegos Olímpicos, son muy pocos los que lo recuerdan. Han sido cuatro ausencias al hilo desde que en el 2004 los boricuas estuvieran presentes en la máxima competencia a nivel mundial.

De hecho, los Juegos de Atenas del 2004 marcaron el retiro internacional de una de las grandes figuras del país, el pívot José ‘Piculín’ Ortiz, quien completaba sus cuartas Olimpiadas. Con el adiós de Ortiz, no solo se cerró una era personal, sino también una para el programa nacional. Desde entonces nadie ha podido llenar de forma adecuada las ‘zapatillas’ del miembro del Salón de la Fama del Baloncesto Internacional. Y Puerto Rico no ha vuelto a ser una potencia a nivel mundial.

Recientemente su compañero por muchos años dentro del combinado boricua, Jerome Mincy, hizo unas fuertes declaraciones hacia las recientes administraciones de las Selecciones Nacionales, por no utilizar los servicios y experiencia de los excanasteros. El delantero destacó al propio ‘Piculín’, su persona y otros jugadores que fueron exitosos como Ramón Rivas, los hermanos Edgar y Francisco León, y Daniel Santiago, que fueron de la gran camada de finales de los 80, los 90 y principios del nuevo milenio.

Uno que por años fue de ayuda en ese grupo, y que de hecho estuvo presente en el Campeonato Mundial de 1990 en el que Puerto Rico terminó en la cuarta posición, se ha hecho disponible para las presentes y futuras generaciones. El que fuera uno de los grandes ‘mete palos’ en el torneo local, Orlando ‘Pipo’ Marrero, quiere ayudar y devolverle al baloncesto parte de lo que el deporte le brindó a través de su carrera.

Resulta que el también excanastero, que reside en la ciudad de Houston, ha comenzado un centro que se conoce como Evolution Basketball Training (EBT), que tiene como propósito proveer “un programa de entrenamiento que pueda elevar y mejorar el físico, las destrezas de juego, aspectos mentales y el nivel de juego de jugadores jóvenes, entre otros a nivel mundial y de una forma rápida. Como el baloncesto competitivo moderno ha evolucionado grandemente, y es ahora uno más complejo, escudriñado y competitivo, queremos estrictamente concentrarnos en mejorar y pulir todas esas debilidades y deficiencias de juego que muchos jugadores tienen”, explicó Marrero, de manera exclusiva a Primera Hora, durante una visita que hizo este diario a la ciudad sureña de Texas, en la que posee una compañía de sellado de techos.

Mi concepto es de unión, ya que en Puerto Rico hay un problema bien grande de esto. Los apoderados y dirigentes de hoy día no están juntándose con la ‘vieja guardia’ y no debe ser así”

-Pipo Marrero

El retirado jugador de 59 años, que estuvo la mayor parte de sus 15 temporadas con los Vaqueros de Bayamón, dijo que la manera de lograr este objetivo es utilizando “equipos innovadores de ejercicios, sesiones individuales de gimnasio y cancha”. De igual manera valoró el que la nueva cepa se beneficie de las experiencias de otros atletas y entrenadores, “al exponerlos a practicar en contra de jugadores de alto nivel”.

La meta de Marrero es convertir a EBT en un “laboratorio de entrenamientos que pueda desarrollar y posicionar a las próximas futuras estrellas del baloncesto dentro y fuera de la cancha”. Y aunque su prioridad es el baloncesto puertorriqueño, no descarta ayudar a otros candidatos provenientes de Latinoamérica y el Caribe, desde los 13 años en adelante, que deseen tener logros y progreso.

Incluso, asegura llevar tiempo en la preparación del proyecto, en la que ha tenido acercamiento con dirigentes puertorriqueños.

“(También) le he enviado cartas a las franquicias del BSN para que sepan de nuestro centro, al igual que con Yum Ramos”, enfatizó sobre los equipos de la Liga de Baloncesto Superior, y en segunda instancia, del actual presidente de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico.

“No sabemos quiénes se van a dar, pero queremos darle una oportunidad”, insistió sobre el ofrecimiento. Pero aclaró que “no es un programa para aquellos que quieran pasar un verano o una semana, porque verdaderamente no es para jugar, sino para quienes tienen el deseo en su corazón para jugar baloncesto competitivamente”.

Marrero analizó que “no hemos podido ver nuestro talento nativo”, al tiempo que mencionó varios jugadores de estatura en la que vieron acción en su época, algunos de ellos que incluso alcanzaron la NBA y que eran estrellas al lado de los refuerzos contratados en Puerto Rico. “Pero eso se ha ido perdiendo”, lamentó.

“Mi concepto es de unión, ya que en Puerto Rico hay un problema bien grande de esto. Los apoderados y dirigentes de hoy día no están juntándose con la ‘vieja guardia’ y no debe ser así. Por eso quiero poner a Houston, que tiene mucho talento. La gente puede venir aquí, para que vean las oportunidades que tenemos para ellos”, al poner como ejemplo al prospecto boricua Henry Sánchez, que ya participó del proceso de EBT, al igual que Chris Torres de 20 años y 6′ 2″ de estatura que vive en Orlando, y Adrián Vásquez de 16 años de 6′ 3″, que reside en Puerto Rico.

Aquellos interesados en el proyecto pueden comunicarse al (832) 446-8740. También pueden escribir directamente al correo electrónico pipovolt@gmail.com para obtener más información de las modernas instalaciones ubicadas Lovetta Automotive Sport Complex en una de las ciudades más importantes de los Estados Unidos.