Más que ser conocidos por la primera sílaba de sus apellidos, los dirigentes que se enfrentarán en la final de la NBA parecen ser polos opuestos.

Erik Spoelstra, del Heat de Miami, viste de manera elegante y gusta de las estadísticas. Gregg Popovich, de los Spurs de San Antonio, evita usar corbatas y prefiere contestar preguntas sobre algún vino que sobre cualquier cosa de su vida privada. Ambos son reservados, pero en una final llena de superestrellas –el Gran Trío de Miami y de San Antonio, un cuatro veces Jugador Más Valioso en LeBron James, un cuatro veces campeón en Tim Duncan–, los entrenadores van a compartir la miseria de una forma.

Para su desgracia, “Spo” y “Pop” estarán en el foco de atención.

Spoelstra está en su tercera final seguida y busca su segundo título al hilo. Popovich va en pos de su quinto cetro y podría unirse a Phil Jackson como los únicos dirigentes en ganar campeonatos en tres décadas distintas, además de convertirse en apenas el quinto técnico con cinco sortijas de campeón.

“Tal vez no lo veo de la manera en que debiera, pero es algo muy especial”, expresó Popovich. “Estoy muy orgulloso de cómo el grupo ha trabajado todo el año y estoy seguro de que somos un equipo que han descartado y el cual algunos piensan que ya tuvo su época”.

Spoelstra tomó las riendas del Heat hace cinco temporadas, ha ganado el doble de los partidos que ha perdido y ha manejado el constante circo de distracciones desde que Miami adquirió a James y Chris Bosh para jugar junto con Dwyane Wade en 2010.

Aun en la celebración del cetro de la Conferencia del Este, Spoelstra dejó atrás la dura serie que tuvo contra los Pacers de Indiana para enfocarse en su duelo con los Spurs.

“Tenemos que unirnos en las próximas 48 horas. Es una gran organización”, dijo Spoelstra.

Los dos entrenadores tienen objetos que utilizan para inspirar a sus jugadores en los camerinos.

Tal vez no son diferentes después de todo.

“Ambos lados tienen buenos dirigentes, un gran cuerpo técnico”, dijo Wade. “Obviamente, San Antonio tiene un sistema con varios jugadores que se ajustan y que han estado varios años”, agregó.

“Vamos a hacer nuestros ajustes en cada juego durante la serie”, señaló el escolta.