Mayagüez. Euforia. Ése es el sentimiento que predomina en la familia de José Juan Barea por estos días en que el canastero luce en grande en los playoffs de la NBA con los Mavericks de Dallas.

Jaime Barea, padre del base suplente de los Mavs, dijo que era un gran honor para su familia, al igual que para Mayagüez -su ciudad natal- y Puerto Rico, que su hijo reciba la exposición de la que es objeto y que lo ha convertido en el tema de conversación de buena parte del mundo deportivo.

“Gracias a Dios, se está dando un buen momento”, dijo el padre del canastero de 26 años. “El equipo está en la serie postemporada y (José Juan) está cumpliendo un sueño de niño de jugar a ese nivel y lo estamos disfrutando mucho, porque nosotros somos una familia deportista’’.

El mayor de los Barea indicó que su hijo ha trabajado bien fuerte para llegar al lugar donde está ahora, lo que entiende que es la “recompensa de tantos años, desde chamaquito aquí en la Liga Jaime Frontera de Mayagüez, en los colegios La Inmaculada y San Benito, y en todos los torneos que jugó desde pequeño’’.

Jaime Barea indicó que se comunica a diario con su hijo y hablan de todo lo que ocurre en los partidos.

“Somos deportistas y comentamos antes de los juegos, y después de éstos, lo que pasó y lo que dejó de pasar, y hemos tenido la oportunidad de estar en la cancha (de Dallas) muchas veces’’, expresó Barea, padre, al destacar que su esposa Marta Mora, profesora de educación física en el RUM, viajó en la mañana de ayer a Dallas para estar con su hijo durante la serie ante los Thunder de Oklahoma City.

Barea, padre, quien es gerente de ingeniería de una empresa de productos electrónicos en Añasco, dijo que “estamos disfrutando a cabalidad. Esto es un asunto de familia extendida, de amistades y todo el mundo se lo está disfrutando, no solamente esta serie, sino todas las temporadas y toda su carrera desde que estuvo cuatro años en colegial en Estados Unidos’’.

Al hablar de las emociones que le genera ver a su hijo ser golpeado para que no enceste, como ocurrió en la pasada serie ante los Lakers cuando José Juan recibió una dura falta antideportiva de Andrew Bynum, Jaime reconoció que se trata de un juego agresivo, aunque siempre le pasa por la mente el peligro de una caída o un golpe.

“Son gajes del oficio. Uno no se preocupa por el golpe, sino por las consecuencias y, mi esposa, como madre al fin, lo sufre más, pero ya estamos bastante acostumbrados, porque dentro del ‘negocio’ de él, ha cogido muchos golpes, pero lo bueno que tiene es que es bien resistente y bien bravo’’, explicó.

En término de las proyecciones a largo plazo de la carrera, de su hijo en la NBA, Barea, padre, indicó que “sería fenómeno que jugara cinco años más a ese nivel’’, pues apenas tiene 26 años y todavía está muy ágil en la cancha.