Los Pistons de Detroit estaban a tres minutos de su primer partido de pretemporada en octubre.

Iban perdiendo por dos dígitos contra los Bucks de Milwaukee. Y J.B. Bickerstaff pidió tiempo para calmar a su equipo.

Todavía recuerda la reacción del público. “Nos abuchearon”, dijo el entrenador de primer año de los Pistons.

Ya no están abucheando en Detroit. Los Pistons, el equipo que perdió 28 juegos consecutivos la temporada pasada, ostenta una marca de 40-32, al borde de asegurar un récord ganador.

Tienen asegurado al menos un lugar en el torneo de play-in y controlan su propio destino para un puesto entre los seis primeros en los playoffs de la Conferencia Este.

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Han aumentado su total de victorias en 26 juegos con respecto a la temporada pasada, el mayor vuelco de un año en la historia de la franquicia. Están adelantados al cronograma. Y son una de las mejores sorpresas en la NBA esta temporada.

“El plan siempre fue ganar. El plan era ser mejores en enero de lo que éramos en noviembre y ser mejores en marzo de lo que éramos en enero”, dijo el gerente general de los Pistons, Trajan Langdon. “Siempre le dije a mi gente: ‘No sé qué significará eso en última instancia, pero eso es lo que vamos a hacer’. “Pero decir que con diez juegos restantes vamos a tener 40 victorias, habría perdido esa apuesta”.

Han acertado en todo esta temporada. Cade Cunningham, a quien el ex gerente general Troy Weaver insistió en elegir como la primera selección general en 2021, fue elegido al Juego de Estrellas por primera vez y es un serio candidato a All-NBA al promediar 25,7 puntos y 9,2 asistencias por juego, números que apenas nueve jugadores han terminado una temporada con ellos... números que únicamente Nikola Jokic de Denver ha logrado hasta ahora esta temporada.

Cunningham jugó en todos los juegos durante esa racha de 28 derrotas hace un año. Está saboreando el hecho de que Detroit participará de la postemporada una temporada después.

“Es algo que todos habíamos imaginado”, dijo Cunningham. “Como jóvenes, teníamos que encontrar una manera de llegar a la cima de la montaña. Y tuvimos un comienzo difícil, como todos pueden ver. Mantenernos en ello, seguir profundizando, este año ha sido súper gratificante para todos nosotros y todavía estamos súper hambrientos”.

Cunningham es el líder. Es la estrella. No es la única razón por la que Detroit está ganando.

Un par de veteranos, Tobias Harris y Tim Hardaway Jr., llegaron después de la temporada pasada, son pilares en la alineación titular y han sido los treintañeros que un equipo de veinteañeros necesitaba desesperadamente. Jalen Duren, un centro en su tercer año, promediando un doble-doble y mantiene un acierto del 70%. Malik Beasley amaneció en el puesto 17 de la liga esta temporada en puntos de transiciones. Y han seguido ganando incluso mientras han competido básicamente los últimos tres meses sin Jaden Ivey, anotador de 17 puntos, baja por una fractura de la pierna.

Al frente de todo está Bickerstaff, quien fue despedido por Cleveland después de llegar a la segunda ronda de los playoffs hace un año. Tomó el mando en Detroit después de que los Pistons despidieran a Monty Williams con cinco años y 65 millones de dólares restantes en su contrato.

Pero Langdon se acercó con una visión, una que el propietario Tom Gores claramente respalda, y no pasó mucho tiempo para que Bickerstaff se comprometiera.

“El momento era importante”, dijo Bickerstaff. “En ese momento, había estado fuera durante aproximadamente un mes, y sólo estaba pasando mucho tiempo con mi familia y yendo a torneos de fútbol y todo eso. Pero estaba un poco inquieto. Así que, cuando Trajan llamó, estaba emocionado solo de ver y explorar cuál podría ser la oportunidad.

“Mirando la plantilla, mirando a los chicos que estaban en el equipo, los jóvenes, era un grupo que pensé que mi conjunto de habilidades y personalidad coincidían. Y estaba intrigado”, añadió.

Comenzaron 0-4. Estaban 9-15 a principios de diciembre, 13-17 en Navidad. Y luego llegó el 26 de diciembre, un juego en Sacramento donde los Pistons perdían por 19 en el tercer cuarto, por diez con 2:45 restantes y ganaron 114-113 con una jugada de cuatro puntos de Ivey con 3.1 segundos restantes.

Eso fue parte de una racha donde Detroit ganó diez de 12, culminada por una victoria en el Madison Square Garden sobre Nueva York. Detroit estaba un juego por debajo de .500 a principios de febrero, luego encadenó una racha de ocho victorias consecutivas, rematada por una victoria de 20 puntos sobre Boston.

Así de rápido, los Pistons estaban siete juegos por encima de .500. Era obvio entonces que los playoffs los esperarían; el lugar aún no está técnicamente asegurado, pero está sucediendo.

“Son conscientes de dónde están”, dijo Bickerstaff. “Lo que creo que han hecho muy bien es no mirar hacia adelante y perderse los momentos. Este equipo ha encontrado su consistencia porque encara cada día de la misma manera, ya sea un día de práctica o un día de juego.

Probablemente no sea algo efímero en Detroit. Duren tiene 21 años. Ausar Thompson tiene 22. Ivey tiene 22. Cunningham tiene 23. Los Pistons deberían tener algo de espacio salarial para maniobrar este próximo verano. No es difícil imaginar que este equipo sea aún mejor dentro de un año.

Es un grupo feliz. Y lo mejor podría estar aún por venir.

“Me he enamorado al 1.000% de este grupo”, dijo Bickerstaff. “Y todo mi enfoque se centra en ellos y en verlos elevarse y verlos crecer. Eso es lo que encuentro más alegría”.