Kobe. Timmy. KG.

Los nombres completos no son necesarios. El nombre de pila, o incluso las iniciales, son suficientes.

Tales fueron los niveles que alcanzaron Kobe Bryant, Tim Duncan y Kevin Garnett a lo largo de sus respectivas carreras, que todavía brillan cinco años después de sus últimos juegos en la NBA.

Cada uno fue un campeón de la NBA, ganó por lo menos un galardón de Jugador Más Valioso (MVP), fueron medallistas de oro olímpico, además de constantes integraciones en equipos All-Star y Defensivos.

Ahora, el máximo honor les corresponde. En la noche del sábado en Uncasville, Connecticut, todos se convertirán oficialmente en miembros del Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial.

Los números combinados para el trío son impresionantes: 11 campeonatos (Bryant y Duncan sumaron cinco cada uno), 48 nominaciones al Juego de Estrellas, más de 86,000 puntos y aproximadamente $900 millones en salarios, una cifra que no toma en cuenta sus ganancias fuera de la cancha.

Bryant es el cuarto máximo anotador en la historia de la NBA, Duncan 15 y Garnett el 18.

El Salón de la Fama cambió las reglas durante un año. Para la clase 2020, los electores promulgaron una suspensión de un año de las elecciones directas de las categorías de Veteranos, Mujeres Veteranas, Pioneros Afroamericanos Tempranos y Colaboradores. Los electores no querían que se pasara por alto a ningún nominado digno.

La nueva clase quedará compuesta por nueve miembros. Junto a Bryant, Duncan y Garnett están la exdirigente femenina de la Universidad de Baylor, Kim Mulkey; la exdirigente de Bentley, Barbara Stevens; la cuatro veces medallista de oro olímpica Tamika Catchings; el dos veces campeón de la NBA como dirigente, Rudy Tomjanovich; Eddie Sutton, quien dirigió en cuatro Final Fours masculinos en la NCAA; y el exsecretario general de la FIBA, Patrick Baumann.

Bryant, Sutton y Baumann serán consagrados de manera póstuma.

Bryant promedió 25.0 puntos, 5.2 rebotes y 4.7 asistencias por partido en sus 20 temporadas en la NBA, todas con los Lakers de Los Ángeles.

En el 2016, anotó 81 puntos, la segunda mayor cantidad para un juego en la historia de la NBA. Totalizó 60 puntos en su último partido, dos años antes de ganar un Premio de la Academia, ya que su pasión por narrar historia después se estaba convirtiendo en un éxito.

Fue y todavía es siendo, icónico.

Bryant falleció trágicamente en enero de 2020 cuando el helicóptero donde viajaba acompañado por su hija Gianna y otras siete personas se estrelló en una zona montañosa en California. Michel Jordan, quien mantuvo una relación especial con Bryant, será quien presente el eterno Laker. La viuda Vanessa Bryant también hablará en la ceremonia, según han informado diversos medios.

Bryant adoraba a Jordan y moldeó su juego en él. Una vez Bryant llegó a la NBA, se aseguró de obtener todos los conocimientos posibles de Jordan. El dúo desarrolló una unió especial. Bryant eventualmente sobrepasó a Jordan en la lista de anotaciones de todos los tiempos, cuando se refería a él como “el hermano mayor”.

Por su lado, Duncan promedió 19.0 puntos, 10.8 rebotes, 3.0 asistencias, 2.2 bloqueos por juego durante 19 temporadas con los Spurs de San Antonio. Fue el Jugador del Año de la NCAA en 1997 en Wake Forest, el Novato del Año de la NBA, un campeón un año después y los elogios seguían llegando.

“A nivel profesional, la forma más concisa de decirlo es, ‘Sin Duncan, no hay campeonatos’”, dijo el dirigente de los Spurs, Gregg Popovich, quien trabajó con Duncan durante toda su carrera. “Y a nivel personal, amo al hombre”.

La fórmula ganadora para Duncan, dijo en una entrevista con los Spurs antes de la ceremonia de este fin de semana, no era tan complicada.

“Me encantaba jugar, odiaba perder, eso es importante, no creo que reciba suficiente crédito, y una organización comprometida a poner las mejores cosas en su lugar para darle a una ciudad, un equipo y a un jugador como yo la oportunidad de ganar año tras año”, explicó Duncan, quien será presentado por su excompañero de los Spurs, David Robinson.

Garnett era diferente.

Demostrativo, ruidoso, hablando basura, presionó los botones de los oponentes con facilidad. Al igual que Bryant, fue directamente a la NBA después de la escuela secundaria y no necesitó mucho tiempo antes de tener un efecto. Jugó 21 temporadas para Minnesota, Boston y Brooklyn, promediando 17.8 puntos, 10.0 rebotes y 3.7 asistencias por partido.

“Nunca acepté perder”, dijo Garnett.

Isiah Thomas tendrá el honor de presentar a Garnett.