MIAMI.- Chris Bosh estaba en la cancha central, miró a los fanáticos del Miami Heat y dejó que las palabras fluyeran. Habló sobre su estado de salud en 2015. Habló de su abuelo, al que llamó Daddy Jack, el que le dijo a su primer nieto que iba a ser especial algún día.

Papá Jack fue profético. En la historia del Heat, su nieto es ahora oficialmente inmortal.

Con un anillo de campeonato del Heat en ambas manos, Bosh vio una pancarta gigante con su nombre y el No. 1 elevado a las vigas del AmericanAirlines Arena el martes por la noche, y luego pronunció un emotivo discurso para la multitud, parte de ello incluso en español. Muestra de respeto a la cultura latina de Miami.

"Mi nombre, el nombre de mi familia aquí arriba, es algo de lo que solía reírme por soñar", dijo Bosh. "Nunca dejes que nadie te diga que no puedes cumplir tu sueño. Esas cuatro letras en la parte posterior de esa camiseta son el nombre de mi esposa, el nombre de mis hijos, el nombre de mi padre, el nombre de mi abuelo. No solo seguimos adelante para otra generación. Pero ahora, Papá Jack, estamos allá arriba para siempre".

La ceremonia se produjo poco más de tres años después de que Bosh jugó su último partido de una carrera de 13 años, 11 de los cuales son lo suficientemente buenos para el All-Star, cuatro de ellos culminaron en viajes a las finales de la NBA, dos de ellos coronados por campeonatos, incluyendo el que Bosh ayudó ganar como parte del llamado ‘Big 3’ que formó con Dwayne Wade, quien se retira luego de este año con el Heat, y LeBron James, quien está jugando ahora en Los Ángeles.

Es el cuarto jugador en tener su número retirado por el Heat, uniéndose a Alonzo Mourning, Tim Hardaway y Shaquille O'Neal.