El baloncesto boricua salió bien parado de la Copa del Mundo FIBA 2023 gracias a la actuación de la Selección Nacional, que pasó de ronda, que hizo un buen papel en octavos de final y que pinta con un buen futuro.

Hay satisfacción entre los que le vieron jugar de madrugada o mañana en Manila, Filipina, y fueron parte de conjunto en el pasado.

El exarmador José Juan Barea es uno de los que quedó contento con la actuación de la Selección, sobre todo porque el equipo logró lo que tenía bajo su control, porque representó bien el básquet boricua y presentó también buenas actuaciones individuales.

“Estoy bien contento con los muchachos. Lo que uno espera de un evento como ese es que vayan a representar bien, y lo dieron todo, lo dejaron todo en la cancha. Se vieron actuaciones especiales de Conditt, de Waters y de Romero. Le ganaron a quienes le tenían que ganar. Tenemos problemas con los europeos, pero le ganamos a Sudán, que era un juego importante, a China y a República Dominicana, que siempre es difícil”, dijo.

Puerto Rico finalizó el domingo su actuación en el Mundial. Finalizó el puesto 12 entre los 32 equipos participantes e igualó la segunda ronda que alcanzó en el pasado Mundial China 2019, que también fue de 32 equipos. En aquella ocasión su posición final fue la 15.

Su marca de ganados y perdidos fue de 3-2. Ambas derrotas fueron ante los equipos europeos de Serbia e Italia que, de hecho, estarán activos este martes en los cuartos de final del Mundial.

Puerto Rico finalizó las primeras dos etapas noveno en puntos anotados y undécimo en rebotes y robos entre todos los equipos del torneo.

Igualmente quedó satisfecho el también exjugador Giddel Padilla.

“En muchos momentos hicieron lo que había que hacer para competir de tú a tú en un momento tan importante como un Mundial. Habíamos hablado de la consistencia de Piñeiro, que la trajo al torneo, de la altura (nivel) de Waters, que cargó al equipo, y de Conditt, increíble. Los jovenes del Equipo Nacional, en posiciones claves, hicieron su trabajo. Dieron el corazón, lo que no va a la hoja de estadísticas. Fue un grupo unido. Compitieron. Dieron lo mejor de sí, y ese sentido de urgencia para con el País estuvo ahí. Levantaron el espíritu boricua, que no se veía hacía tiempo. De esos trata, y eso lo trae la ejecución de Yum (Ramos, presidente de la Federación de Baloncesto), de Carlos Carlos Arroyo (gerente general) y del cuerpo técnico (que lidera Nelson Colón con la asistencia de Carlos González y Rafael ‘Pachy’ Cruz)”, dijo.

Padilla agregó que lo negativo de la Selección fueron las pérdidas de balón que afectaron el juego. Añadió que es natural que equipos jóvenes como Puerto Rico sean por momentos erráticos en un escenario mundialista. Puerto Rico finalizó noveno en pérdidas de balón (69).

Waters se va del torneo con promedio de 20.0 puntos, 9.2 asistencias y 2.6 robos por juego.

Ysmael Romero y Jordan Howard finalizaron en puntos en doble cifra con 11.4 cada uno.

Conditt promedió 7.4 rebotes y 1.6 tapones por juego.

La Selección, lamentablemente, no logró uno de los dos puestos de clasificación olímpica para París 2024 que tenía el Mundial para equipos de América. Esos puestos cayeron en Estados Unidos y Canadá, que serán los dos mejores equipo del continente en el Mundial.

Esa meta olímpica estará nuevamente disponible en el 2024, en los cuatro preolímpicos que la FIBA organizará. Cada preolímpico tendrá un boleto para París 2024. Los cuatro preolímpicos son de carácter mundialista y el sistema para darles forma será por medio de un sorteo.

Puerto Rico no clasifica a las Olimpiadas desde Atenas 2004.

El sistema de clasificación en términos numéricos afecta a Puerto Rico, que se disputará un boleto olímpico contra otros cinco equipos, dijo Padilla.

“Es cuesta arriba”, describió Padilla. “Pero no es imposible. El futuro de Puerto Rico se ve espectacular”.