GUAYAMA. Casi no hubo prácticas. Unos llegaron a última hora desde otros equipos y otros permanecieron pero se encontraron con compañeros de equipo que casi no conocían. Y perdieron los primeros dos juegos de la actual temporada del Baloncesto Superior Nacional (BSN).

Pero algo pasó que desde entonces, los Caciques de Humacao han ganado seis partidos al hilo, se han colocado segundos en la tabla de posiciones y se han convertido de una de las principales sorpresas del torneo.

“Creo que es la unión. Estamos jugando un juego balanceado, pasando la bola, todo el mundo la toca y todo el mundo está contento”, dijo el armador Ánsel Guzmán, quien regresó a los Caciques este año en un cambio con Fajardo el mismo día del partido inaugural. “Los chamacos antes de la práctica y después de la práctica se quedan trabajando. Creo que esa ha sido la clave de todo esto: mucho trabajo y mucha compenetración”.

Junto con Guzmán, llegaron a los Caciques jugadores como Alex Galindo y Raymond Cintrón. De la pasada edición se fueron figuras como Cliff Durán, Luis Villafañe, Víctor Liz, Devon Collier y Nathaniel Butler. Permanecieron jugadores como Brandon Costner y William Orozco.

Y el proceso de mezclar el talento y enfocarlos en la misma meta se dificultó por la falta de prácticas. Pero según Galindo, otro factor ayudó.

“Somos un grupo unido. Quizás seamos de los pocos equipos en los que el ego es casi no existente. Hemos ganado en casa, que es lo que todos los equipos tratan de buscar. Tenemos muchos puntos en las manos en todas las posiciones. Todos los muchachos meten el triple. Y creo que según vayamos engranando, vamos a ver más cosas positivas y seremos un equipo bien peligroso para el final de la temporada”, manifestó Galindo.

Aparte de los procesos y la química entre los jugadores, Cintrón resaltó otro detalle”

“Hay que señalar el buen trabajo que ha hecho Flor Meléndez en mantenernos unidos y enfocados. En confiar en nosotros. Creo que es un grupo joven pero con experiencia. Entiendo que en el poco tiempo que hemos tenido, que no hemos practicado casi nada, ha sido la concentración y la confianza del staff hacia nosotros”, dijo Cintrón.

“Los primeros dos juegos fueron bien acelerados, pero nos entendemos entre nosotros. Sabemos lo fuerte y débil de cada uno. Corremos los patrones y jugadas con calma y con la mentalidad de que algo bueno va a salir”, finalizó Cintrón.