Tras una inversión de más de un millón de dólares entre fondos públicos y privados, el Coliseo Carlos Miguel Mangual, de Canóvanas, está en la fase final de su remodelación antes de albergar el primer juego local de los Gigantes en la temporada 2025 del Baloncesto Superior Nacional (BSN) este próximo 10 de abril, cuando reciban la visita de los Capitanes de Arecibo.

El apoderado de los Gigantes de Carolina-Canóvanas, Héctor Horta, informó a Primera Hora que el Coliseo Carlos Miguel Mangual ya cuenta con un sistema de aire acondicionado, sonido y pantallas. Además, terminaron las mejoras en ambos camerinos, así como la instalación de concesionarios para la venta de comida, bebidas y otros productos, junto con la construcción de dos áreas VIP para abonados.

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Según Horta, durante el fin de semana estarían instalando un marcador y el lunes las gradas del segundo piso del recinto deportivo. Por esta razón, el tenedor anticipa que los Gigantes podrán comenzar a practicar en su nueva casa a partir de mañana.

“Está todo bastante adelantado. Entiendo que tendremos todo listo mucho antes del 10 de abril. Mi meta es que el equipo pueda empezar a practicar en la cancha este lunes. Todo va viento en popa. Lo que faltan son detalles. Pienso que ya para la semana que viene debemos estar listos”, dijo Horta en un aparte con este medio durante el partido entre los Gigantes y los Vaqueros de Bayamón en el Coliseo Rubén Rodríguez.

“Entiendo que los fanáticos se van a sorprender cuando vayan al coliseo. Verán unas facilidades de primera que fue personalizada a base de lo que el equipo necesita y nuestra fanaticada exige. Pienso que nuestros fanáticos se van a sentir muy cómodos y el equipo contrario sentirá mucha presión porque tendremos más capacidad que en el Coliseo Guillermo Angulo”, abundó.

Con estas mejoras, el apoderado estima que el Coliseo Carlos Miguel Mangual podrá albergar a sobre 5,500 personas, mientras que el Coliseo Guillermo Angulo, de Carolina, tiene capacidad para más de 5,000.

Para lograr todo esto, el apoderado explicó que se han unido brigadas del municipio de Canóvanas, la administración del equipo e incluso fanáticos, quienes han trabajado a diario para tener la instalación lista para el primer partido en casa.

“Se trabaja todos los días y se sale tarde todas las noches. Hemos tenido hasta brigadas de fanáticos voluntarios que van a la cancha a recoger, limpiar y montar. Ha sido una unión de pueblo bien bonita que ha sido bien satisfactoria para mí”, relató.

El Coliseo Guillermo Angulo, de Carolina, durante el un partido de entre los Gigantes y los Piratas de Quebradillas.
El Coliseo Guillermo Angulo, de Carolina, durante el un partido de entre los Gigantes y los Piratas de Quebradillas. (Suministrada / BSN)

De acuerdo con fuentes de Primera Hora, Horta evaluó ofertas de varios municipios, como Trujillo Alto, San Juan y Fajardo.

En el caso de este último, los Gigantes hubiesen jugado en el Coliseo Tomás Dones Hernández, que está en condiciones para albergar juegos del BSN sin necesidad de una inversión millonaria. Pero el empresario decidió mudarse a Canóvanas y jugar en una cancha que se encuentra a solo 16 minutos de su antigua sede.

“Tuve muchas ofertas, pero yo amo a mis fanáticos y los fanáticos aman al equipo. Yo no los iba a dejar solos. No había manera que dejara a este público tan bonito que hemos formado. Ya somos una familia”, dijo Horta mientras observaba un grupo de fanáticos de los Gigantes en una de las secciones del Coliseo Rubén Rodríguez.

Complicado inicio de temporada en la carretera

Antes de debutar en Canóvanas, los Gigantes deberán terminar una gira de seis partidos en la carretera. Con marca de 2-2, les quedan dos encuentros más en Mayagüez y Santurce.

Este proceso no ha sido fácil ni para la administración ni para los jugadores y el cuerpo técnico, quienes se han visto obligados a adaptarse a diversas canchas durante la primera parte del torneo debido a la falta de una sede fija para sus entrenamientos

“Ha sido un poco difícil. Donde tenga la oportunidad de practicar ese día, ahí entreno. No ha sido como hubiese querido, porque no es que no hayamos podido practicar, sino que no hemos tenido las facilidades que solíamos tener, como un gimnasio de pesas o un espacio para terapias. Por eso, la calidad de las prácticas no ha sido la mejor”, admitió el dirigente Carlos González.

Los Gigantes han estado practicando desde la pretemporada en Guaynabo, Luquillo y el Colegio San José de Río Piedras.