El base puertorriqueño Carlos Arroyo, que hoy ha sido presentado como nuevo jugador del Barcelona Lassa, ha asegurado que lleva "en la sangre" liderar los equipos en los que ha estado, pero ha precisado que "aquí solo hay un líder, que es Juan Carlos Navarro y hay que respetarlo".

Tras jugar en siete equipos de la NBA, dos equipos de su país y otros cuatro en Europa, a Arroyo le llega, a sus 36 años, la oportunidad soñada.

"Durante toda mi carrera he trabajado duro y he dado el máximo. En estos últimos años en Turquía he trabajado esperando que un club como el Barcelona o el Real Madrid me echara el ojo. Y este es un sueño hecho realidad", ha confesado.

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El puertorriqueño ha dicho que, tanto él como su familia están muy agradecidos al Barça, "por poder tener la oportunidad de jugar en este club tan prestigioso y tan histórico a nivel mundial, al que sigo desde hace tiempo".

Arroyo, que ha fichado por un temporada, "para ganar campeonatos", ha recordado que en su país "mucha gente sabe lo que es el FC Barcelona" y que es un equipo "conocido mundialmente por ganar", por lo que "poder defender esta camiseta es todo un honor".

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Por eso, no pone excusas a la hora de señalar que esta temporada los azulgranas han armado un equipo prácticamente nuevo, pero que el nivel de exigencia sigue siendo el mismo.

"Tanto yo como mis nuevos compañeros sabemos lo que representa el Barcelona y que se trata de un club que te exige ganar desde el principio. Así que tendremos que acelerar un poco el proceso de adaptación", ha indicado.

El puertorriqueño, que luce el dorsal número 30 porque nació un 30 de julio, tiene claro cuál será su papel en el equipo de Xavi Pascual.

"Yo entiendo que mi posición se basa en cantar jugadas, llevar el control de juego, controlar el tiempo y asegurarme que mis compañeros están en la misma página de juego. Éstas son mis características. Ser un líder lo llevo en la sangre, me encanta competir y ganar, y hacerlo en equipo es lo mas bonito que existe", ha comentado.

Para Joan Creus, secretario técnico del Barcelona Lassa, Arroyo no necesita ningún tipo de presentación. "Es un jugador conocido por todos, con una trayectoria increíble y un maestro en el control de juego y en el juego de bloqueo directo", ha subrayado.

El próximo jueves, Carlos Arroyo arrancará la pretemporada con sus nuevos compañeros, pero probablemente tenga que hacerlo a un ritmo inferior, porque arrastra un lesión desde julio pasado cuando finalizó la Liga de su país.

En Puerto Rico jugó en los Cangrejeros de Santurce, después de abandonar el Galatasaray por impago. "Allí jugábamos cuatro partidos a la semana y me sentí muy bien", ha aclarado cuando un periodista le ha preguntado si, a sus 36 años, se sentía preparado parar compaginar Liga ACB y Euroliga con el Barça.

Sin embargo, acabó con una lesión en la pantorrilla. "He tenido que lidiar con eso las últimas siete u ocho semanas, pero me siento mucho mejor de la lesión, he trabajado muy bien en Miami, donde resido, y he informado de mis progresos a los médicos del Barcelona. Estoy ansioso por empezar el jueves y que ellos me vean", ha concluido.

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