El abuelo del canastero de los Atléticos de San Germán, Onzie Branch, es un fanático a muerte de los Vaqueros de Bayamón que incluso vive a unas calles de distancia del Coliseo Rubén Rodríguez.

Angelo Ramos, como abuelo de Onzie le apoya en su vida y en todo lo que hace, excepto en esta serie final contra los Vaqueros.

“Mi abuelo y abuela ambos nacieron en Puerto Rico, al igual que mi mamá. Mi abuelo es de Bayamón. Basicamente vive a unas calles de aquí. No viene a los juegos, pero me dijo que piensa que Bayamón nos va a ganar. Mi abuelo no cree en nosotros. Pero eso está bien. Es más motivación y combustible para mí”, dijo Branch con una sonrisa durante una entrevista reciente en el Rubén Rodríguez.

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Antes del quinto partido en El Rancho, Branch dijo que esa noche estaban en el público su mamá y su papá, así como su hermano. Pero no su abuelo Angelo.

“Ellos me apoyan. Mi papá, mi mamá y mi hermano están todos aquí. Mi abuelo es este viejito malhumorado que me dice ‘yo no sé de tu equipo, pero Bayamón es mi pueblo. Eres mi nieto y va a ser una serie bien difícil’. Él me apoya, pero me ha dado motivación para hacerlo quedar mal”, relató Branch sin esconder una sonrisa.

Fue ese mismo abuelo, Angelo, el que cuando Branch estaba en universidad y buscaba opciones para jugar como profesional le dijo sobre el Baloncesto Superior Nacional (BSN) y sobre que podría ser elegible.

“Así que me puse en contacto con un agente, sometí mi nombre para el draft y el resto es historia”, dijo el fogoso canastero.

Luego de jugar para los Runnin’ Bulldogs de Gardner-Webb University, una institución de Carolina del Norte que juega en la División 1 de la NCAA, donde se desarrolló mayormente en el área defensiva aprendiendo a defender varias posiciones y anotar en la pintura, Branch llegó al BSN con los Capitanes de Arecibo en el 2015.

Luego jugó con los extintos Caciques de Humacao en el 2016. Desde el 2017 ha estado con los Atléticos en cada temporada. Su mejor año quizá fue el 2020 en la burbuja, cuando promedio 11 puntos y casi siete rebotes por encuentro.

Debido a que su primer equipo en la Isla fue Arecibo, el canastero oriundo de Topeka, Kansas, revivió sentimientos al llegar con San Germán a la semifinal ante Arecibo esta temporada.

“La serie con Arecibo fue muy competitiva. Había mucha motivación porque ellos básicamente me dieron por muerto y no tenían un uso para mí, así que me cambiaron. Por ello entré a esa serie queriendo probarme y demostrar que pertenezco a este nivel y así pasó en esa serie”, manifestó el jugador sobre la serie en que los Atléticos eliminaron a los campeones defensores en su cancha.

Ya en su octava temporada, Branch dice que se siente muy a gusto con los Atléticos pese a que esta temporada su trabajo ha sido el de cambiar el juego saliendo del banco y trayendo energía, impactando el juego de la manera que pueda.

Le dio mucho crédito y agradeció a la gerencia de los Atléticos, en especial al apoderado Cheo Rivera y el dirigente Eddie Casiano por la deferencia en el trato que han tenido con él.

“Me han tratado al más alto nivel y lo aprecio mucho”, contó. “Ha sido un cambio enorme comparado con años anteriores. Ellos han hecho casi todo lo que he necesitado o he pedido. Han estado ahí todo el tiempo. Y quiero decirles gracias, porque han estado todo el tiempo para mí y se han portado de manera maravillosa conmigo”.

También agradeció a ‘Titi Mari’, una dama de la tercera edad con la que Branch ya ha establecido una relación casi de familia a lo largo de los años. Llevan años cuidándose el uno al otro.

Branch recordó que la dama era una de las fanáticas sangermeñas que asistía a las prácticas del equipo hasta que tuvo un accidente.

“Ella me dijo que no quería nada de mí y que lo que quería es ser hospitalaria y ayudarme en lo que necesitara. Me dijo que le dejara saber si necesitaba ayuda en algo”, recordó.

“Yo le dije, que ‘para ser honesto, no hay muchos ‘laundromats’ en San Germán y he tenido problemas’, y que si le molestaría ayudarme con eso, que yo le pagaría. Pero ella me contestó que no tenía que darle dinero”, sostuvo. “Así que creamos una relación en la que si yo necesito algo ella está pendiente y me ayuda, y si ella necesita algo yo lo hago. Es un tipo de relación de parentesco y le agradezco con el alma todo lo que ha hecho por mí”.

En cuanto a su futuro, Branch de 30 años dice que le queda mucho en el tanque todavía, pero que al momento su enfoque está totalmente en la serie final y en un campeonato. También ha visto acción en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional de México y en el baloncesto colombiano.

“Tengo unas cuantas opciones. Pero eso lo atenderé después de la temporada. Ahora lo que pensamos es en tratar de sacar provecho a esta oportunidad y hacer historia”, finalizó Branch.