Eddie Casiano es otra vez ‘el Mesías’ de San Germán
Hace 25 años, el fenecido Miguel Mercado bautizó así al actual piloto de los Atléticos cuando guió al equipo a su última final y campeonato.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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José ‘Piculín’ Ortiz ya no estaba disponible para jugar más con San Germán. Y Eddie Casiano era el nuevo rostro del equipo aunque se reportaba tarde en la temporada porque también hacía campaña profesional fuera de Puerto Rico. Su dirigente entonces, Miguel Mercado, se refería a él como ‘El Mesías’ de los Atléticos, señalando a que su llegada al país representaría que el equipo alcanzaría su máximo nivel y haría evidente que eran contendores al campeonato. Incluso la cancha Arquelio Torres Ramírez no tenía aire acondicionado.
Así estaban las cosas hace 25 años cuando los Atléticos de San Germán jugaron por última ocasión en una serie final del Baloncesto Superior Nacional. Mucho ha cambiado desde entonces.
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Ese año no fue solamente la última final de San Germán, previo a la que iniciará el próximo lunes ante los Vaqueros Bayamón, sino que fue también el último de los 14 campeonatos que han ganado los Atlético en su historia, entonces máximos ganadores en la historia de la liga.
Aquella fue la tercera final que ganó San Germán en la década del 1990 y una muy recordaba porque en ella el equipo superó la ausencia del estelar ‘Piculín’ Ortiz, quien entonces jugaba en Grecia y andaba en un tranque laboral con el entonces apoderado de los Atléticos, Armando Acosta, lo que evitó que el #4 se uniera al equipo a mitad de la temporada y lo que provocó que El Concord pasara eventualmente a los Cangrejeros de Santurce el año siguiente para ser parte allí de una dinastía.
Fue el año en el que Casiano, ahora el dirigente de los finalistas Atléticos, se vistió de héroe y leyenda. En el 1997, de hecho, tuvo el promedio de anotaciones más alto entre sus 21 temporadas, aportando 26.63 puntos por juego, incluyendo una efectividad cumbre en el 42 por ciento de sus intentos de tres puntos.
Recientemente, Casiano dijo que se sentirá raro regresar a una final con San Germán porque no podrá “tirar”. Casiano tomó ese año 559 tiros, su segundo total más alto en 21 temporadas. Estaba en su ‘peack’.
A falta de Ortiz, San Germán compensó con los refuerzos Antonio Watson y Ron Drapper y contó con la magia del fenecido dirigente Miguelito Mercado. Watson y Drapper no fueron los originales, sino que fueron los aciertos logrados durante la temporada luego de varias contrataciones mal hechas por la franquicia. Eran los años en los que los equipos cambiaban de refuerzo sin limitaciones.
San Germán acabó a los Gigantes de Carolina en cuatro juegos de serie final el martes, 9 de septiembre de ese año, en el coliseo Guillermo Angulo. Los marcadores de las cuatro victorias fueron 127-114 en tres tiempos extras, 111-96 en el segundo partido, 118-104 con ocho tiradas libres corridas y decisivas de Casiano a raíz de una técnica a Erick Rivera y una expulsión al dirigente Butch Lee con 6:20 por jugar del tercer partido, y 113-95 para sellar el campeonato e iniciar una caravana de los Atléticos hacia la Ciudad de Las Lomas donde fueron recibidos con repiques de campanas.
Carolina fue entonces el San Germán de ahora, el equipo cenicienta que dejó en el camino a los favorecidos Titanes de Morovis en cuartos de final, superando una épica pelea en la que fanáticos incluso se metieron a pelear contra jugadores sobre el tabloncillo del Coliseo Guillermo Angulo, y luego a los aún más favorecidos Leones de Ponce, quienes sin embargo, fallaron en cumplir lo que el papel decía debían hacer cuando Javier Antonio ‘Toñito’ Colón no jugó en la serie por razones que nunca se aclararon. El veterano armador de Ponce por años nunca vio acción en juegos en Carolina o contra los Gigantes.
Carolina, por su parte, además de tener como principal jugador a Rivera contaron con el sensacional importado Nate Higgs y el eficiente Steve Rich, quien sin embargo no jugó en la final.
Los Atléticos confiaron en Miguel Mercado
Los Atléticos, por su parte, también tuvieron su drama durante el año. Fueron forzados a un séptimo juego en la semifinal ante los Piratas de Quebradillas. El juego se jugó el Auditorio Juan ‘Pachín’ Vicens de Ponce y estaba empatado con segundos por jugar cuando Miguel Mercado pidió un tiempo pedido y expresó una de las más célebres frases y estrategias en la historia del básquet boricua.
“Confíen en mí”, dijo frente a las cámaras en la transmisión en vivo, al hablar con sus jugadores. “Denle foul a (John) Cotté. Va a fallar las tiradas libres y luego le damos el tiro final al Eddie”. Dicho y hecho, Cotté, a quien Mercado había dirigido, falló un libre, San Germán capturó el rebote y Casiano marcó una jugada de tres puntos e que le dio a los Atléticos el pase a la final.
Y el resto es historia. L ausencia de Rich en la final fue demasiado para los Gigantes, que eran dirigidos por Butch Lee.
San Germán así, ganó su primer cetro de los 90 sin Piculín Ortiz. Y desde entonces no habían regresado a la final hasta este año, guiados nuevamente por ‘El Mesías’ que anunciaba Mercado.
Todo eso sucedió hace 25 años.