Sigue la espera que ya parece eterna.

Se suponía que el dictamen en torno a la petición de carta de transferencia solicitado por el base boricua Carlos Arroyo bajara este miércoles o, a más tardar, hoy jueves, pero el día transcurrió en Europa y nada sucedió.

¿Por qué?

Según supo Primera Hora, el proceso se dilató debido a un recurso de apelación emitido por el club turco Galatasaray para evitar que Arroyo pueda jugar en Puerto Rico y tratar de forzarlo a regresar.

Esto a pesar que Galatasaray le adeuda gran parte de su contrato de la temporada 2014-2015. Se estima que la suma en morosidad ronda los $800,000.

Relacionadas

Según el apoderado de los Cangrejeros de Santurce, Angelo Medina, la esperanza es que el fallo llegue finalmente el viernes.

“Carlos tiene un gran caso a su favor. La cláusula en su contrato es bien específica cuando indica sobre incumplimientos de pago más allá de 30 días. Galatasaray violó esa cláusula crasamente. Carlos estuvo meses sin cobrar y se mantuvo fiel allí jugando con esperanza que le pagaran hasta que se cansó”, dijo Medina. “Estamos bien confiados que tarde o temprano, él va a prevalecer”.

Mientras tanto, Arroyo se mantiene entrenando por su cuenta en la Isla, trabajando en su condición física, esperando por poder entrar en cancha con el equipo durante su próximo juego en el coliseo Roberto Clemente, ya sea este domingo ante los Atléticos de San Germán o el próximo Jueves Santo ante los Leones de Ponce, dependiendo de cuánto se tarde FIBA en aprobar su carta de transferencia.