Toronto, Canadá.- Durante los diferentes partidos que se han disputado en estos Juegos Panamericanos, celebrados en Canadá, la presencia de público boricua ha sido escasa, siendo los miembros de la misma delegación quienes han llegado hasta las sedes deportivas para apoyar a su equipo. 

Sin embargo, fue muy diferente lo que se vivió durante el debut del Equipo Nacional de baloncesto masculino en el coliseo de la Universidad de Ryerson, donde, por primera vez desde que comenzó la justa continental, los puertorriqueños acaparaban las gradas. 

Aunque la presencia ha sido limitada, Puerto Rico no ha dejado de sentirse con sus cánticos y efusiva personalidad. Esta vez, era fácil para los puertorriqueños opacar la energía brasileña.

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Un entusiasmado público, cargando banderas de Puerto Rico y vistiendo camisas rojas o azules con el nombre del país, se mantuvo vitoreando a su equipo que caía estrepitosamente ante el aguerrido quinteto de Brasil. 

“¡Vamos Puerto Rico!”, era lo más que se escuchaba en el recinto donde imperaba un intenso olor a palomitas de maíz que parecían haber sido cocinadas en los conductos de aire. 

No importó cuán abajo estuvieron los boricuas, la fanaticada se mantenía apoyándolos y gritando mensajes de apoyo. 

Lamentablemente, el resultado fue devastador, y el público que llegó hasta el recinto presenció una dolorosa derrota histórica, de las peores en la historia del conjunto, durante el debut de Rick Pitino como dirigente del equipo boricua.

Duele como nunca derrota ante Brasil en baloncesto panamericano 

“Ha sido uno de los peores juegos que he visto de la Selección. Ya en la primera mitad habíamos perdido el juego”, expresó apesadumbrado uno de los puertorriqueños que no quiso identificarse. 

Los parciales pasaban y cada canasto que Puerto Rico lograba colar ponía a los fanáticos de pie y arrancaba gritos intensos en la instalación deportiva. 

Al comienzo del segundo parcial, mientras el equipo técnico y el banco se comía las uñas, el público coreaba: “ahora es, boricua, ahora es”. 

En un momento, tres brasileños comenzaron a aplaudir mientras repetían el nombre de su equipo pero los puertorriqueños los silenciaron gritando “defense”. 

“Este equipo no está acoplado. No ha tenido muchas prácticas. Pitino hizo lo que pudo hacer. No tiene jugadores grandes. Nunca había visto algo así. Ni en el Mundial de España –que jugamos mal- perdimos de esta manera”, dijo Ivette Rodríguez, quien viajó a Toronto desde Cupey. 

Cuando quedaba menos de dos minutos de partido, los fanáticos no podían disimular sus rostros de sorpresa ante la pesadilla que se vivía en el tabloncillo. 

Algunos jugadores tapaban sus caras con su mano y Pitino se había sentado y miraba serio cómo bombazo tras bombazo los brasileños sacaban a Puerto Rico de la cancha. 

“Esto fue bien aplastante desde la primera mitad. Al menos, jugamos bien en la segunda mitad. Brasil es una potencia y tiraron para un 60% de tres puntos en el primer parcial. Eso fue un factor importante. Se ve que la Federación (de Baloncesto) le está dando más importancia al (Torneo) Preolímpico que a los Panamericanos”, narró su esposo, José Lourido, sobre un partido que muchos querrán borrar para siempre de su memoria. 

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