Bayamón. Cuando Kristian Doolittle llegó el viernes al Coliseo Rubén Rodríguez para el partido entre los Vaqueros de Bayamón y los Gigantes de Carolina-Canóvanas, se dirigió al camerino visitante por primera vez en su carrera.

Esta vez, no vistió el uniforme que usó durante cinco temporadas y con el que ganó dos campeonatos del Baloncesto Superior Nacional (BSN), pues llevaba en su pecho el nombre de los Gigantes.

A pesar de que que fue una noche especial y llena de emociones en la que hasta fue recibido con un video tributo, Doolittle no tuvo su mejor juego. Anotó solo cuatro puntos y falló siete de sus nueve intentos de campo, mientras lidiaba con una gripe que lo había afectado en los pasados días. Sin embargo, los Gigantes lograron acabar con el invicto de Bayamón para mejorar su récord a 2-2.

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“Se sintió diferente tener que jugar contra los Vaqueros, especialmente al llegar aquí y hacer todo lo contrario a lo que había hecho en los pasados cinco años. Fue mi primera vez viendo a muchos de mis excompañeros desde que volví a la isla, así que en lo personal esta noche fue especial para mí”, contó Doolittle a Primera Hora.

“He estado lidiando con una gripe que me diagnosticaron después del juego en Caguas. Solo pude practicar ayer (jueves), así que sabía de antemano que no podría hacer mucho hoy. Es lamentable que esté enfermo, pero me alegra que conseguimos la victoria esta noche”, abundó.

Kristian Doolittle, en uniforme de los Vaqueros de Bayamón, durante la final 2023 del BSN contra los Gigantes de Carolina. A la izquierda, el refuerzo Mike Scott.
Kristian Doolittle, en uniforme de los Vaqueros de Bayamón, durante la final 2023 del BSN contra los Gigantes de Carolina. A la izquierda, el refuerzo Mike Scott. (David Villafañe Ramos)

Carolina-Canóvanas compró los derechos del alero, de 27 años y 6′7″ de estatura, a mediados de marzo, luego de que Bayamón decidiera que su trío de importados estaría compuesto por los exjugadores de la NBA Danilo Gallinari, JaVale McGee y Chris Duarte. Un cambio que tomó por sorpresa al canastero oriundo de Edmond, Oklahoma, pero quizá fue para bien.

Previo a la jornada del sábado, el delantero era el mejor anotador del “calentón” con un promedio de 21.3 puntos por desafío. Para ponerlo en perspectiva, en su mejor campaña en Bayamón, que fue 2024, acumuló una media de 16.3 unidades en 20 desafíos.

Esta producción de Doolittle es más que necesaria en una escuadra que carece de figuras principales, con Tremont Waters fuera por una lesión en el tendón de Aquiles y George Conditt IV jugando en la Liga ACB de España con el Gran Canaria.

“Todos los años trato de mejorar algún aspecto de mi juego. Estos últimos meses he estado trabajando en todos los aspectos mi juego en general. Ahora en Carolina, solo estoy tratando de encontrar mis espacios. Intentando entender la forma que juega Carolina, que es bastante rápida. Por eso, estoy siendo ultra agresivo. Todos en la cancha siempre están buscando anotar todo el tiempo y tengo que hacer que mis tiros cuenten. Carolina es una gran oportunidad para demostrar lo que puedo hacer”, aseguró el delantero que estuvo activo en la NBL de Australia con el Perth Wildcats durante la temporada muerta del BSN.

“En lo que va de temporada, me han dicho en todos los juegos que es raro no verme con el uniforme de los Vaqueros, pero solo trato de continuar evolucionando mi juego para ayudar a Carolina-Canóvanas a ganar otro campeonato”, agregó.

“Sabemos la capacidad que tiene como jugador”

Carlos González, dirigente de los Gigantes, comentó que cuando la franquicia adquirió los derechos de Doolittle, lo hizo con la intención de convertirlo en una de las piezas clave del quinteto, aunque considera que estos roles se asumen orgánicamente.

De acuerdo con González, el proceso para integrarlo al grupo no ha sido fácil, ya que el equipo no ha tenido una cancha fija para practicar debido a las remodelaciones del Coliseo Carlos Miguel Mangual, en Canóvanas. Sin embargo, Doolittle ha respondido al llamado.

Kristian Doolittle, refuerzo de los Gigantes de Carolina-Canóvanas, durante un partido contra los Criollos de Caguas.
Kristian Doolittle, refuerzo de los Gigantes de Carolina-Canóvanas, durante un partido contra los Criollos de Caguas. (BSN / José Santana)

“Nosotros esperábamos mucho de Doolittle porque sabemos la capacidad que tiene como jugador. Ha sido un poco difícil porque llegó tres días antes de empezar el torneo y la situación de las prácticas ha hecho que sea más difícil encontrarnos. Estamos conociéndonos, pero creo que lo que trae es muy positivo. Es un jugador que puede jugar varias posiciones, es un líder y tiene experiencia de cómo ganar en esta liga”, compartió el también entrenador nacional a este medio.

La realidad es que González y los Gigantes tenían ya una idea de lo que traía Doolittle a la mesa, ya que fue parte de aquellos Vaqueros que vencieron en la final de 2023 para capturar su primer título en el BSN. El canastero estadounidense sabe de primera mano lo difícil que era jugar ante un público tan apasionado como el de Carolina, por lo que ahora disfruta tenerlo de su lado esta temporada.

“Era difícil jugar en Carolina. Es una de las mejores fanaticadas porque está encima de uno todo el juego, crea un ambiente competitivo y alienta a su equipo. Este año no jugaremos en aquella cancha, pero sé que ese primer partido en Canóvanas será loco”, admitió Doolittle.

Con su traslado a Canóvanas, los Gigantes usarán esta temporada el Coliseo Carlos Miguel Mangual como su cancha local tras el alcalde de Carolina, José Aponte Dalmau, cerrarles las puertas del Coliseo Guillermo Angulo. El primer partido en el municipio vecino será el jueves, 10 de abril, ante los Capitanes de Arecibo.