Sentados en un semicírculo de sillas colocadas en el gimnasio de la YMCA de San Juan, los integrantes del equipo de la categoría juvenil de dicha institución, que logró el subcampeonato de la División 1 de la Youth Basketball Organization of America (YBOA), escucharon en silencio las palabras de su coach describiéndolos, y cuando el piloto concluyó, fue el turno de los jóvenes, en su mayoría de 19 años, para explicar lo que experimentaron junto al respetado coach de 69 años.

Palabras como “guerreros”, “responsabilidad”, “amigo”, “esfuerzo”, “mentor” y “respeto” se repitieron en la amena charla en la que el coach Georgie Rosario, con cerca de cinco décadas en el baloncesto puertorriqueño, describió su interacción con los integrantes del equipo como “una historia más de humanismo que de deportismo”.

Esta es la historia del quinteto Sub 19 de la YMCA, que hace unas semanas tuvo a su alcance el campeonato de la YBOA y no lo consiguió, pero ni lo necesitan, porque el caudal de experiencias y enseñanzas que acumularon a lo largo de los años junto a Rosario les es más valioso. Al igual que la certeza de que lo dejaron todo en la cancha, como les enseñó su dirigente.

“Después de María, que dañó estas facilidades (de la YMCA) fuimos a tres canchas: Península de Cantera, Israel Bitumul y Buena Vista en Santurce. Y en esas tres canchas identificamos jóvenes de diferentes edades. Eso fue en el 2018″, recordó Rosario, encargado del programa de baloncesto de la YMCA, exdirector de Recreación y Deportes del Municipio de San Juan, exsecretario del Departamento de Recreación y Deportes estatal y exdirigente del Baloncesto Superior Nacional.

“Pudimos regresar a la cancha en 2019, organizamos un grupo y lo inscribimos en un torneo de la Federación (de Baloncesto). Esa fue la primera ocasión en que la mayor parte de ellos tuvo contacto con una cultura de baloncesto más seria. Ellos son talentosos, pero jugaban baloncesto de guerrilla. Ya no. Ya entienden de lo que se trata jugar baloncesto”, continuó.

Rosario dijo que el grupo comenzó bajo el mando de Danny Ortiz, asistente del equipo nacional femenino, a quien trajo para pulirlos, “porque el baloncesto es más que meter una bola por un roto”. Se intentó inscribir al equipo para el mismo torneo federativo para el 2020, pero llegó la pandemia, y las instalaciones fueron cerradas por el resto del año.

Este dijo que todo el tiempo se mantuvo en contacto con los jugadores y en agosto de 2021, con el grupo un poco expandido, comenzó a entrenarlos sin mucho interés “porque llevaba 25 años sin dirigir. Intenté traer un entrenador para ellos pero no lo conseguí“.

“Y es que con estos muchachos uno se encariña… llegaron a los 14 años. Llegaron en el 2018 y estamos en el 2022, y aquí siguen. Así que como ya había hecho un compromiso con ellos, seguí entrenándolos”, relató Rosario.

Así, Rosario regresó a los libros y a los videos para refrescar su conocimiento, y tras el huracán, los terremotos, la pandemia y las sorpresas de la vida cotidiana, el quinteto consiguió llegar subcampeón de la categoría Sub 19 del torneo de la YBOA al perder en tiempo extra, en un final atropellado en que jugaron cuatro partidos en 30 horas. Y no en la División II donde se les quería colocar, sino en la División I.

Georgie Rosario es el directivo del programa de baloncesto de la YMCA. Antes fue secretario del DRD a nivel estatal y también del municipio de San Juan, y en el pasado fue dirigente en el BSN.
Georgie Rosario es el directivo del programa de baloncesto de la YMCA. Antes fue secretario del DRD a nivel estatal y también del municipio de San Juan, y en el pasado fue dirigente en el BSN. (David Villafane/Staff)

Algo que no dejó a Rosario despegarse del grupo fue el hecho de que “son jóvenes y muchos de ellos trabajan. Vienen a practicar todos los días y se fajan como mejor pueden. Y después dejan su alma en cada juego. Al final, esa es la mejor enseñanza que ellos pueden tener. Que sepan que existe un valor ético de respeto al esfuerzo. Siempre les decía que tenían que respetarse a ellos, al oponente y a respetar el esfuerzo”, dijo el técnico, que aclaró que su salida del retiro fue solamente para estar con este grupo y que no volverá a dirigir.

“Me gustaría pensar que más que buenos baloncelistas, sean tipos que hayan podido aprender que existe una ética de esfuerzo del cual hay que ser respetuoso. Que si quieren lograr cosas, se tienen que fajar. Que nadie les va a regalar nada”, sostuvo.

“Para mí ese es el legado, porque es algo que cuando salgan por ahí lo pueden utilizar. Y yo he tratado de hacérselo entender a través del juego”, agregó Rosario. “En realidad el premio fue para mí. Yo siento una cosa muy linda con estos chamacos. Son chamacos luchadores, vienen de unos sectores desventajados y sus familias vienen luchando para conseguir cosas buenas”, continuó.

“No mucha gente dirige como Georgie. Además de enseñarnos de baloncesto, nos enseñó de la vida. Quiere que cuando salgamos de la cancha hagamos las cosas bien. Cualquiera puede entrar a una cancha y jugar, pero él nos quiso llevar a un nivel que no todo el mundo intenta lograr

-Ramfis Rivera / Jugador

“Estuvieron a ley de ganar un campeonato. Hubiese sido una cosa espectacular, pero para mí tiene igual valor. Pero como siempre digo…se puede ganar todos los campeonatos, pero si ellos no adquieren herramientas que puedan utilizar cuando salgan de la cancha, para mí no pasó nada”, afirmó.

El grupo finalizó subcampeón del torneo juvenil de la liga YBOA, pero eso no les causó frustración ante todos los valores adquiridos durante el proyecto de más de tres años jugando juntos.
El grupo finalizó subcampeón del torneo juvenil de la liga YBOA, pero eso no les causó frustración ante todos los valores adquiridos durante el proyecto de más de tres años jugando juntos. (David Villafane/Staff)

Según el testimonio de la mayoría del equipo, Rosario no se tiene que preocupar porque ese mensaje haya llegado.

“No mucha gente dirige como Georgie. Además de enseñarnos de baloncesto, nos enseñó de la vida. Quiere que cuando salgamos de la cancha hagamos las cosas bien. Cualquiera puede entrar a una cancha y jugar, pero él nos quiso llevar a un nivel que no todo el mundo intenta lograr”, expresó Ramfis Rivera, de 19 años y de Ceiba.

“A nivel personal, creo que la experiencia además del baloncesto, fue algo bueno para mi vida, porque no mucha gente tiene el interés de ayudar a jóvenes así, que venimos de diferentes problemas y situaciones. Siempre quiso que fuésemos mejores personas por encima de ser mejores jugadores de baloncesto”, manifestó Rivera, quien ya intentó hacer el equipo de la Universidad Interamericana de Fajardo y además de estudiar, planifica una carrera universitaria.

De los ocho jugadores presentes al momento de la entrevista, todos manifestaron su interés por intentar una carrera en el baloncesto, sea a través de la vía universitaria o mediante la Liga de Baloncesto Puertorriqueña.

Georgie Rosario hizo un regreso al coaching cuando no encontró un entrenador para trabajar con el grupo. Llevaba más de 25 años sin trabajar en la líneas.
Georgie Rosario hizo un regreso al coaching cuando no encontró un entrenador para trabajar con el grupo. Llevaba más de 25 años sin trabajar en la líneas. (David Villafane/Staff)

“Yo jugué desde nivel escolar, pero nunca aprendí lo que aprendí aquí sobre entender el juego”, compartió Jan Hidalgo, residente de Paseo del Conde. “Yo trabajo (en un edificio en la Milla de Oro), y durante este torneo no podía practicar durante la semana. Siendo responsable, como nos ha enseñado él, llamé a Georgie y le dije que no iba a poder estar en el equipo y que debería darle la oportunidad a otro jugador que pudiera practicar todos los días. Lo primero que me dijo fue que hiciera las cosas siempre con valores. No solo jugar, sino todo. Eso me tocó mucho”.

Steven Rosa, de la barriada Las Monjas, relató que “lo más que me llevo de Georgie, después de todos estos años, es que cada cosa que hagamos, la tenemos que hacer con nuestro máximo esfuerzo. Porque así es la vida. Si no haces las cosas con tu máximo esfuerzo no esperes grandes resultados”.

Mientras, Juniel Maysonet, de San Juan Park, dijo que “nadie en la vida nos va a entender como nos entendió Georgie. Llegamos después de María y éramos muy diferentes. Él nos dijo que lo que quería ver de nosotros era un salto en la calidad, y logró que todos hiciéramos el máximo esfuerzo. Dejamos todos en la cancha. Me dio muchas oportunidades”.

Jan Claudio es otros de los jóvenes impactado por el programa de la YMCA.
Jan Claudio es otros de los jóvenes impactado por el programa de la YMCA. (David Villafane/Staff)

El lenguaje corporal de Rosario al hablar sobre su equipo deja ver el nivel de compromiso y la relación que estableció con este grupo. La experiencia marcó tanto a Rosario como a cada uno de esos muchachos a los que seleccionó en el 2018 en las canchas de las zonas aledañas a Cantera.

“Al final, yo quisiera que ellos me vieran dentro de 10 años y me saludaran como su amigo. Porque uno lo que pretende es ser amigo de ellos por el resto de la vida”, afirmó Rosario.

Mientras tanto, Rosario y el programa de baloncesto de la YMCA seguirán esperando a canasteros que deseen desarrollarse y hasta ofrece becas a jóvenes que cualifiquen. Para mayor información sobre el programa, puede comunicarse al (787) 728-7200.