Manila, Filipinas.- Tinta permanente en la piel para honrar las raíces.

Varios integrantes del Equipo Nacional de Puerto Rico en la Copa Mundial de Baloncesto FIBA 2023 exhiben tatuajes de la bandera puertorriqueña en su cuerpo, un sello que comprueba la lealtad a la tierra de sus familiares.

El delantero Isaiah Piñeiro tiene en el antebrazo izquierdo el mapa de la isla con los colores de la monoestrellada hecho en 2021. Incluye una garita del Castillo San Felipe del Morro, un símbolo taíno y una flor de maga.

“Es por mis padres y abuelos. Mi abuela ama las flores. Siempre tuvo flores en su casa. Siempre me contó historias de su niñez en Ponce. El morro por su historia en la isla. El símbolo taíno es especial porque representa que los puertorriqueños no son una sola cultura, son múltiples”, compartió Piñeiro, quien participa en su segundo Mundial con Puerto Rico.

“Es una tinta de colores que tengo y se mantendrá de esa manera. Es un recuerdo constante donde quiera que esté de mi herencia”, agregó.

Chris Ortiz, capitán del combinado patrio, tiene una bandera pequeña en colores, también en su antebrazo izquierdo.

“Solo sé de dónde vengo. Lo llevo muy pegado al pecho. Es importante para mí, así que era llevarlo conmigo por siempre porque soy puertorriqueño para siempre”, dijo Ortiz.

Los abuelos del integrante de los Osos de Manatí en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) se criaron en Bayamón y Cataño antes de mudarse a la ciudad de Nueva York.

Puerto Rico inició su participación en la Copa del Mundo con una victoria en tiempo extra 101-96 frente a Sudán del Sur en la primera ronda de la competencia. El lunes, vuelve a cancha contra Serbia.