El estelar amador de los Clippers de Los Ángeles en la NBA, Chris Paul, cumplió hoy 30 años, y pese a su relativamente corta edad el fogoso jugador ya se ha consagrado como uno de los mejores en su posición en el torneo de baloncesto estadounidense.

Desde temprana edad, Paul se estableció como un gran prospecto, y el baloncelista natural de Carolina del Norte hizo quedar bien a todos los analistas y conocedores del deporte que lo describieron como una futura estrella en la NBA. Durante su carrera de escuela superior Paul promedió 25 puntos, 5.3 asistencias y 4.4 cortes de balón por partido para el equipo de la Escuela Superior West Forsyth.

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Wake Forest apostó al talento innato de Paul y el jugador no defraudó al guiar a los Demon Deacons a dos apariciones en el campeonato de la National Collegiate Athletic Association (NCAA). En su segundo y último año con Wake Forest, Paul guió al quinteto a su primera clasificación como equipo número uno de la nación.

Paul dio el salto al profesionalismo y se inscribió para el sorteo de novatos de la NBA en el 2005, cuando fue escogido por los Hornets de Nueva Orleans. Desde su primer partido oficial en la NBA Paul se dejó sentir al liderar a todos los novatos con promedios de 16.1 puntos, 5.1 rebotes, 7.8 asistencias y 2.2 robos de balón por desafío, actuación que le valió el premio de Novato del Año.

Para la temporada 2008-2009, Paul estableció la marca actual de la NBA de más partidos consecutivos con, al menos, un corte de balón, al establecer una racha de 106 desafíos al hilo. Durante su estadía con los Hornets, Paul guió al equipo a tres apariciones en la postemporada.

Los Hornets cambiaron a Paul a los Clippers en el 2011 y, desde entonces, se ha combinado con Blake Griffin para formar una de las combinaciones más potentes de la liga, casi al mismo nivel de John Stockton y Karl Malone de los Jazz de Utah. Como si fuera poco, Paul ya cuenta con una medalla de oro olímpica (Pekín 2008) y es el actual presidente de la Asociación de Jugadores de la NBA.