Hasta ayer, el dirigente de los Celtics de Boston, Doc Riveras, todavía no tenía muy claro qué iba a hacer con Carlos Arroyo.

Pero al menos su compañero de equipo, Paul Pierce, le dio la bienvenida al boricua.

En una entrevista con el diario Boston Herald, Rivers aceptó que la contratación de Arroyo es una garantía para ayudar al armador regular, Rajon Rondo, mientras Delonte West se recupera de una lesión en su tobillo derecho, pero no dio garantías de cuánto tiempo podría jugar.

“No sé qué esperar de él (Arroyo)”, dijo Rivers antes del partido del domingo en Milwaukee y minutos después de que los Celtics hicieran el anuncio oficial de la firma del boricua.

“Sólo sé que necesitamos otro armador. Rondo está jugando muchos minutos y necesitábamos ayuda. Es un seguro de vida”, agregó.

En efecto, Rondo ha jugado más de 40 minutos en seis de los últimos diez compromisos de los Celtics.
Rivers dijo no estar sorprendido por el hecho de que Miami dejara en libertad a Arroyo.

“Necesitaban más espacio en su plantilla. Querían a (Mike) Bibby. Carlos es un canastero de rachas y Bibby es un gran tirador”, sostuvo.

Arroyo se reportaría hoy a los Celtics para su primera práctica, donde Rivers tendría oportunidad de verlo en acción de primera mano.

Pero antes de que entrara en cancha en uniforme de los Celtics, ya Pierce lo recibió con los brazos abiertos.

“Definitivamente pienso que puede ayudar”, dijo Pierce. “Nos añade experiencia, sobre todo ahora que Delonte enfrenta problemas de lesión. Puede venir y quitarle un poco de presión a Rondo. Ha jugado muchos minutos y necesitamos sus piernas para la postemporada”, concluyó.