Sombor, Serbia. Apenas amanecía cuando los fanáticos incondicionales de Nikola Jokic en su ciudad natal corearon “¡MVP!, ¡MVP!”, y celebró el primer título de la NBA de los Nuggets de Denver.

Denver estaba detrás del Heat de Miami en el medio tiempo del quinto juego, pero se recuperó para ganar 94-89, con el dos veces Jugador Más Valioso de la liga, Jokic, anotando 28 puntos y capturando 16 rebotes además de ganar la designación como el Jugador Más Valioso de la Final de la NBA.

Cada tiro, rebote o bloqueo que hizo el pívot serbio provocó fuertes vítores y gritos en un decrépito polideportivo en la pequeña ciudad del norte de Serbia, cerca de las fronteras con Croacia y Hungría, donde los aficionados vieron el partido en una pantalla grande.

La ovación más fuerte se produjo cuando Jokic, típicamente humilde y con cara de piedra, dijo en una entrevista en la cancha posterior al juego: “Es hora de irse a casa”.

Pronto, aquellos fanáticos que pasaron noches en vela viendo las Finales de la NBA lo verán en persona cuando regrese a país para cuidar de sus caballos de carreras.

Para el pequeño estado balcánico de poco más de 6 millones de habitantes, junio ha sido un mes que pocos olvidarán. Una barrida serbia le dio a Jokic su primer anillo de la NBA y a la estrella del tenis Novak Djokovic un récord de 23 títulos individuales de Grand Slam cuando ganó el Abierto de Francia el domingo.

“Es simplemente increíble”, dijo el padre de Jokic, Branislav, que dirige un club local carreras de caballos con carretillas en Sombor. “No creo que este gran logro pueda repetirse nunca más”.

El establo de Jokic se llama Dream Catcher por el nombre del primer caballo que compró hace años, ya que desarrolló una gran pasión por los caballos y las carreras de caballos.

No muy lejos hay una cancha de baloncesto donde Jokic entrenó por primera vez cerca de su escuela primaria, que presenta una gran pintura mural de él con una camiseta con el número 15 de los Nuggets y una inscripción: “No tengas miedo de fallar en grande”.

Branislav Jokic, que vestía una camiseta azul de los Nuggets, dijo que nadie podría haber predicho el éxito de Nikola como jugador de baloncesto a medida que pasaba de ser un talento de un pueblo pequeño, “que en un momento tuvo un poco de sobrepeso”, a pasar a la liga regional y luego firmar su primer contrato con los Nuggets.

“Tenía algo especial dentro de él. Rara vez lo menciono, pero simplemente sabía que sería un buen jugador de baloncesto”, dijo. “Pero en cuanto a qué alturas alcanzaría, nadie podría haberlo sabido entonces”.

Branislav Jokic dijo que aunque su hijo ha entrenado duro para alcanzar el nivel más alto, su mente siempre estuvo puesta en el amor por los caballos.

“Él comenzó a crecer, tanto en altura como en tamaño, y comenzó a tomar conciencia de que podía ser jugador de baloncesto, pero tenía un gran deseo en esos días. Él decía: ‘Papá, quiero ser jinete’. Y yo le decía: ‘Hijo, conviértete en jugador de baloncesto primero y luego serás un gran jinete’”, dijo Branislav Jokic.

Jokic se convirtió en el jugador con el draft más bajo (41° en general en la segunda ronda en 2014) en ganar el MVP de la final. También se convirtió en la tercera selección de segunda ronda en ganar el premio.

Jokic también se convirtió en el primer jugador en la historia de la NBA en liderar los playoffs en puntos anotados, rebotes y asistencias. Con 600 puntos, 269 rebotes y 190 asistencias en total, lideró las tres categorías.

Jokic y Djokovic, atletas únicos en una generación que crecieron a una distancia de dos horas y media en un país no mucho más poblado que Colorado, han estado en la búsqueda de ganar títulos y alcanzar récords que marcaron sus nombres en los libros de historia.

“El deporte es algo especial en Serbia. Tenemos a Novak, que es probablemente el mejor de todos, Novak es el mejor de todos para nosotros, ahora tenemos un campeón de la NBA”, dijo Jokic en una conferencia de prensa. “Es una muy buena sensación ser serbio ahora”.